Locales: El mall de los cubanos de Louisville
El Kentubano, exaltando, reconociendo, y aplaudiendo las buenas obras y a los líderes de nuestra comunidad
Corrían los últimos años de la década del 90 cuando llegaron en grupo a Kentucky. Había otros desde antes, pero en esta nueva etapa, los cubanos se adueñaron con más fuerza y convirtieron esta especie de “descubrimiento” en insospechada travesía de cada espacio de las ciudades en las que se fueron estableciendo. Lo primero fue luchar contra el frío y el idioma, pero lo que para muchos pudo suponer un obstáculo, para los nacidos en la Isla se convirtió en la oportunidad más grande, la de un futuro y así, aunque no fue tarea fácil, comenzaron a echar sus raíces aquí.
En la ciudad de Louisville, fueron ubicados en la zona de Southside, en los condominios conocidos como “La Americana” y “La Colonial”, y también en el área de Poplar Level, exactamente en los apartamentos del “Chateau Village”, conocidos por algunos de sus priemros ocupantes como “La Habana Vieja”.
Como era de esperar, el carácter emprendedor de los cubanos no demoró en asomar, y por primera vez en Louisville, muy cerca de “La Habana Vieja”, nació la “Tienda Latinoamericana” (actualmente La Bodeguita), en donde se podían encontrar productos de comida de nuestra isla, sin tener que trasladarse al Value Market de la calle 3ra, en el área de Iroquois. Luego llegó el Cuban Bakery, la primera panadería cubana de la ciudad, un negocio que se situó en el mall que se encuentra frente a ese condominio, y que sirvió de antecedente de los muchos negocios cubanos que hoy día existen en la zona.
Justo en el centro sur de Louisville, en Poplar Level Rd, una de las arterias principales de la ciudad, se encuentra “El Mall de los Cubanos”, un complejo de negocios que ha sido testigo del crecimiento y empuje de nuestra comunidad.
“Aquí encuentras lo que buscas”, nos cuenta Arístides Méndez, mejor conocido por Yuri, dueño de la tienda “Caribbean Fashion”, y quien llegó a este país hace 21 años.
La tienda está muy surtida de artículos y ropas con buenos precios, lo que consigue un alto tráfico de personas, de las que es común escuchar expresiones como “esta bata es para la abuela”, “este pantalón para mi sobrina que cumple 15”, “me quedo con la gorra de la bandera cubana”, “el maletín tiene que ser de 50 libras”, etc…. y precisamente, cuando sales del lugar y miras a tu alrededor, te das cuenta que estás en Poplar Level Road, donde se ubica “el mall de los cubanos”.
No hay quien pueda resistirse a llegar a Cuban Bakery (ya expandida a un tamaño casi 10 veces superior a la original), la tienda que administran Carlos Aguilera y su esposa, y donde también se puede disfrutar de un suculento almuerzo de comida criolla.
Este es uno de los lugares que prefieren los cubanos en Louisville, pues el lugar es obligado para quienes desean conservar una gran parte de ese sabor en la cocina y las tradiciones cubanas, a partir de los productos que ofrecen y que son imposibles de encontrar en el mercado americano.
También en el mall se encuentra El rinconcito de Oshun, la tienda botánica de Sandra Amador, única de su tipo en Louisville. Allí se respira la religión afrocubana y para muchos arraigados a estas creencias pueden encontrar allí los elementos necesarios y celebrar una consulta espiritual fiel a las tradiciones de esta religión.
A través de los años, el área ha sido testigo del carácter emprendedor de nuestra comunidad, y en sus locales han operado diversos negocios que van desde tiendas de ropas, agencias de viajes, oficinas de notarización e interpretación de documentos, de envíos de dinero, entre otros.
A lo largo del día el ir y venir de los cubanos por la zona es constante. Esto a consecuencia del crecimiento de nuestra población y el incesante flujo migratorio que ha convertido a Louisville, Kentucky en una de las ciudades del país, fuera de Florida, con mayor número de cubanos.
La visión de los migrantes: más oportunidades y un lugar más tranquilo. “Un pequeña Cuba”, está siendo trasladada poco a poco hacia este estado. Encontrar espacios que nos hagan sentir la calidez de encontrarnos como en casa, nos ha ayudado a asentarnos en este lugar, una sensación que solo ha sido posible gracias al esfuerzo de aquellos “colonizadores”, que comenzaron a crear negocios como los de Poplar Level Rd, y con ellos a escribir nuestra historia en Kentucky.
Por Yany Díaz, El Kentubano, edición 113, diciembre 2018
