Rostros locales: Raylis Fernando Masabo, una historia de valor y resistencia
Testimonio de un protagonista del 11J
Raylis Fernando Masabo Urquiza, nacido en San Luis, Santiago de Cuba, y criado en el Cerro, La Habana, es un hombre que vivió en carne propia la represión del gobierno cubano. Su vida, marcada por la persecución desde joven, lo llevó a convertirse en un firme defensor de la libertad.
¿Cómo viviste el 11 de julio de 2021 y qué te motivó a salir a las calles?
Desde adolescente nunca me alineé a ninguna organización oficial. Siempre fui rebelde, con pensamientos diferentes. El 11 de julio, supe por un amigo que el pueblo estaba en las calles. Seguí mis principios y, junto con mi hermano, salimos a gritar por la libertad de Cuba. Caminamos por las calles sin agredir a nadie, pero los policías vestidos de civil golpeaban al pueblo. Vi cómo atacaban a un menor de edad, y al intentar intervenir, fui brutalmente agredido y perdí el conocimiento.
Ese día, no sólo enfrenté la violencia física, sino que también viví un momento de esperanza al ver a miles de cubanos unidos en la misma causa: la libertad. Fue hermoso sentirme libre dentro de mi propio país, aunque también fue uno de los días más oscuros de mi vida.
¿Cómo fue tu experiencia en prisión?
La prisión en Cuba es dura, no hay buena experiencia allí. Tras el juicio, fui llevado a la prisión de Valle Grande. Nos recibieron con aplausos y gritos de ‘Patria y Vida’. Fue un momento de identificación, pero nos separaron del resto de los presos para evitar que se unieran a nosotros. A pesar de las condiciones difíciles, los prisioneros del 11 de julio mantuvieron su convicción. Estuve plantado seis noches sin comer, hasta que lograron traer a mi hermano junto a mí. Ese fue uno de los momentos más duros, pero también de orgullo. La seguridad del Estado intentó reclutarme con promesas y amenazas, pero me mantuve firme en mis ideas. Sabían que si nos uníamos, podría haber una revuelta en la prisión.
¿Qué mensaje te gustaría enviar a aquellos que aún permanecen en prisión por motivos políticos?
Un mensaje claro es que tengan fe. Todo no ha acabado. No dejaré de pedir libertad por ellos. La lucha continúa, incluso desde la distancia.
¿Cómo llegaste a EEUU y qué significa para ti estar aquí?
Vendí todo lo que tenía y logré salir de Cuba a través de Nicaragua. En el aeropuerto, un oficial me dijo: “ojalá no vuelvas más”. Después de un tiempo en México, logré entrar a EEUU. Aquí estoy logrando mis sueños y aprendiendo el idioma. Extraño mucho a mi familia, pero es parte del proceso para construir un futuro mejor. Aunque he encontrado un nuevo hogar, mi corazón sigue en Cuba y sé que la lucha por la libertad no ha terminado.
¿Cómo te gustaría que tu historia inspire a otros, tanto dentro como fuera de Cuba?
No me considero un héroe, pero quiero que tomen mi ejemplo para entender que podemos ser libres y luchar por nuestra tierra. Cuba es un lugar hermoso, y aunque estemos en otro país, no debemos olvidar quiénes somos, y amar a nuestra patria y a la bandera. Mi historia debe inspirar a otros a nunca perder la esperanza y seguir luchando por lo que es justo. Si hay voluntad, siempre se puede. Rezar para que Dios haga su voluntad y se acabe ese yugo q nos oprime. ¡Dios los bendiga!
El Kentubano, exaltando, reconociendo, y aplaudiendo las buenas obras y a los líderes de nuestra comunidad
Por Yanet KantAlma, El Kentubano (Edición 182, octubre 2024)