La salud de la economía estadounidense es contradictoria

Contra todo pronóstico, la economía estadounidense añadió 272.000 empleos durante el mes de mayo, de acuerdo con un nuevo informe del Departamento de Trabajo. La cifra supera por amplio margen los pronósticos conservadores de los economistas del LSEG que previeron 185.000 nuevos empleos.

Específicamente, cuatro sectores lideraron la creación de empleo: la atención sanitaria, que sigue en la cima, incorporó 68.000 nuevos trabajadores en mayo. Los otros sectores que mostraron un crecimiento notable fueron el propio Gobierno (43.000), el ocio y la hostelería (42.000) y los servicios profesionales, científicos y técnicos (32.000).

Además de que el empleo se disparó, otro punto importante es que los salarios medios también subieron, con un aumento del 4,1% respecto al año anterior. Este dato que podría indicar cierta salud en la economía estadounidense, que según los informes está demostrando “resiliencia” tras los efectos negativos de la pandemia que todavía persisten cuatro años más tarde.

Pero a pesar de los dos datos positivos, la otra cara de la moneda también es preocupante. De acuerdo con el informe, así como el empleo subió de forma inesperada, el desempleo subió al 4 %, contrariando los pronósticos que preveían una tasa estable de desocupación del 3,9 %.

En ese sentido, los hispanos son uno de los grupos demográficos más afectos, con una tasa de desocupación que alcanza el 5 %, solo superada por la desocupación de los ciudadanos negros.

Además, algunos reportes indican que el desempleo podría ir en aumento.

Aunado al aumento salarial y a la creación de cientos de miles de empleos, la inflación sigue golpeando los bolsillos de los estadounidenses, creando la percepción de que la economía todavía no se ha recuperado del golpe pandémico bajo la Administración Biden, más allá de que algunos índices macroeconómicos muestran cierta salud en lo que, en definitiva, son síntomas contradictorios sobre el estado de la economía real, según el WSJ.

De hecho, los expertos esperan que la FED todavía mantenga altos los tipos de interés para seguir combatiendo la inflación, que se estabilizó este año tras un descenso del año pasado.

Según el WSJ, en su reunión de dos días de la próxima semana, los responsables de la Reserva Federal probablemente mantendrán estables los tipos de interés. En 2023, los funcionarios elevaron su tasa de referencia a un rango entre el 5,25% y el 5,5%, el nivel más alto desde 2001.

De hecho, a pesar de los buenos números en materia de empleo y salario medio, la FED sigue prestando mucha más atención a la inflación, pues todavía se encuentra en la disyuntiva de cuál riesgo tomar: bajar las tasas de interés demasiado pronto creando la posibilidad de que la inflación se mantenga alta afectando duramente la economía de los ciudadanos, o mantener las tasas de interés muy altas por mucho tiempo, causando potencialmente una desaceleración económica innecesaria en una economía que ha mostrado síntomas de resiliencia en el mes pasado.

Fuente: voz.us

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