Rostros locales: El equipo hispano de la Ford Motor Company
El Kentubano, exaltando, reconociendo, y aplaudiendo las buenas obras y a los líderes de nuestra comunidad
Nacido en la ciudad de Holguín en el año 1981, Sandor Zaldivar salió de la Isla un 26 de abril del año 1996, junto a su padre. Hoy, ya bien establecido, es Supervisor en la compañía MPS – Group, en la Ford Motor Company (KTP) en Louisville, y tiene bajo su responsabilidad a un inmenso equipo de cubanos. Aquí nos cuenta cómo ha sido su trayecto desde su llegada.
Los primeros momentos fueron muy fuertes como emigrante, y en esa etapa las cosas eran muy diferentes, no existía Google ni YouTube. Para ir a cualquier lugar tenías que lidiar con el Yellow Pages a la mano. No existía la gran comunidad que hoy radica en esta bella ciudad, a la que hoy le llamo: “Home”.
¿Cuáles fueron los retos asumidos para llegar a ser supervisor?
Cuando comencé mi trabajo era desde limpiar los pisos, baños, hasta limpiar partes automatizadas como robots y sistema hidráulicos. Llegué a supervisor como a los 9 meses de trabajo para la compañía. Ahora con casi 10 años, no hay tiempo para fallos, el sentido de urgencia es inminente, y todos tus movimientos y decisiones se toman en cuenta. Ser latino en un mundo donde todo es en inglés puede ser un gran reto, pero eso nunca fue un obstáculo para mí porque siempre he sido una persona de carácter positivo y eso me ha abierto puertas.
¿Cómo se siente tener bajo tu responsabilidad a un gran número de cubanos?
Un día mi manager general me llamó y me dejó saber que habían firmado un contrato con una compañía de empleos, y que entrarían unos latinos que no hablaban inglés, lo que menos me esperaba, es que la primera flota fuesen todos cubanos. En estos momentos, el 90% somos cubanos y todos estamos satisfechos. A los 90 días te puedes hacer fijo en nuestra compañía. Eso le brinda la seguridad de mejorar sus condiciones de vida. Es un trabajo muy bueno para la comunidad que llega sin dominar el idioma, y hay muchas posibilidades para superarse en el futuro, desde trabajos directamente en la producción de los vehículos, como llegar a ser parte del equipo profesional.
Ha sido un placer poder ayudar a muchos recién llegados a conseguir trabajo cuando algunos pensaron que no habría posibilidades. Lo más placentero es ver cómo uno a uno va saliendo de sus problemas, ver como este trabajo ha ayudado a muchos a superar esos tristes recuerdos de lo que vivieron en sus travesías.
Hoy podemos tomarnos un cafecito cubano durante el transcurso de la rutina laboral, hacer esos chistes pegajosos y sentir esas risas contagiosas que hasta en un día cargado te hacen sentir mejor.
Mi gente es el verdadero testimonio de que: “a mal tiempo, buena cara’; y que donde hay unidad hay fuerza. Todo no es color de rosas, pero lo más importante es que somos un equipo muy atento, y el que llega nuevo es muy bien recibido. Todos están preparados para enseñar lo aprendido en el proceso. Hemos causado tan positiva experiencia en la compañía, que hasta los líderes de equipo son cubanos.
¿Cuál ha sido el mayor desafío?
Este es un país donde el que se propone objetivos lo logra; y el que se duerme, aquí sí se lo lleva la corriente… Perdí muchos trabajos por no dominar el idioma, y hoy tengo la posibilidad de ayudar a otros mientras estén las posibilidades de empleo; ver y sentir lo que es tomar decisiones que pueden ayudar, e influenciar positiva o negativamente a un trabajador. La trayectoria no ha sido fácil, pero los frutos de los tiempos pasados han creado un buen ambiente para nuestra comunidad aquí en MPS, en Ford Motor Company.
Por Yanet KantAlma, El Kentubano (edición 179, julio 2024)