Rostros locales: Javier Alberto Figueroa, sueños cumplidos
El Kentubano, exaltando, reconociendo, y aplaudiendo las buenas obras y a los líderes de nuestra comunidad
Nací en Cabaiguán, Sancti Spíritus, en mayo de 1991- nos cuenta Javier- y llegué como familiar de refugiado político hace 12 años a Louisville, Kentucky.
América es el centro del mundo. Aquí puedes llegar a ser el presidente de la nación si te lo propones. Este es el lugar donde si quieres luchar tienes que estar dispuesto a trabajar duro sin descanso, sin importar días feriados o fechas significativas; es no soñar, sino lanzarte sin temor, y ver qué pasa. Soy una persona que siente pasión por el riesgo, y amante de las aventuras sin final. Si no fuera por eso, no fuera quien soy.
Cuéntanos ¿Qué te llevó a abrir cada uno de tus negocios?
Ser empresario fue siempre un objetivo a alcanzar en mi vida. Hoy dirijo “JF Home Improvements LLC” y “JF Properties Investments LLC”. Abrir negocios es fácil, lo difícil es mantenerlos y llevarlos a la prosperidad. En mi mente nunca ha estado ser pobre, esa palabra no existe para mí, quería llevar a cabo algo propio, ser independiente, y estar dispuesto a tomar decisiones que crea conveniente, sin tener que dar explicaciones a nadie, y crecer tanto como sea capaz.
El proceso de alcanzar una meta puede ser largo y difícil, pero cada paso es importante. Los sacrificios que se hacen pueden también llevarte a renunciar. Muchas veces cuando nuestros compañeros van para sus casas, sigo trabajando. Esta aventura de llegar al éxito se basa en el sacrificio, inteligencia y preparación; no es de trabajar como un loco, sino de manera consciente, porque no sólo es mi trabajo en riesgo, también el sustento de 32 familias que actualmente se benefician de los empleos que proporciono, que serán más cuando próximamente abra sus puertas el “JF Daiquirí Bar & Grill”.
¿Consigues mantener el equilibrio entre lo personal y tanta responsabilidad como emprendedor?
Hay que establecer prioridades y saber cuándo las cosas pueden ser y cuándo no: no se puede navegar contra la corriente. A veces hay que alejarse un poco del trabajo, para disfrutar del espacio familiar, pasar tiempo con personas cercanas, aprender cosas nuevas, salir de paseo. Siempre debes tener un plan estratégico para distribuir tu tiempo de manera eficiente en ambos aspectos.
Desde tu experiencia, ¿Qué consejos le darías a los que aspiran a ser empresarios?
Que sean sinceros, la verdad es lo número 1 para tener las puertas abiertas donde quiera que vayan, y cumplir siempre sus promesas. Nunca olviden que la mejor versión está en uno mismo, que trabajen fuerte y con mente positiva para alcanzar grandes caminos. Que no piensen en lo fácil, porque lo que fácil viene, fácil se va. Que estudien y aprendan el idioma inglés aunque sea para comunicarse porque vivimos en América; a veces se nos hace difícil y se nos dificulta entender esa parte, pero es la realidad, el idioma es la llave para prosperar en esta nueva cultura, aunque resulte abrumador, solitario y estresante, pero lo que nunca puedes dejar de hacer es persistir, y como estamos en el proceso de aprendizaje de una nueva vida, trate a los demás como le gustaría ser tratado.
¿Qué esperas del futuro?
El futuro es algo inesperado, las cosas suceden cuando menos lo imaginas, en años venideros voy a marcar una gran diferencia positiva en mí, y creo que la preparación ha sido la clave más poderosa para impulsar este cambio. Voy a cumplir todas las metas que me he propuesto y cada día ponerme una nueva para crecer mucho en el ámbito profesional. Todo tiene que comenzar por primera vez, y las distintas alternativas que nos ofrecen las oportunidades de la vida, vienen muy pocas veces, por eso siempre hay que aprovecharlas.
Por Yanet KantAlma, El Kentubano (Edición 180, agosto 2024)