Tesoros de Kentucky: Ashland, el legado de Henry Clay en Kentucky

Ubicado en Lexington, Kentucky, el majestuoso Ashland Estate es un ícono de la historia estadounidense. Este lugar, que una vez fue el hogar del influyente estadista Henry Clay, no solo destaca por su impresionante arquitectura, sino también por su compleja historia, entrelazada con la esclavitud, la política y el desarrollo de los EEUU en el siglo XIX. Hoy día, Ashland es reconocido como un Monumento Histórico Nacional y una joya cultural del estado.

Henry Clay, originario de Virginia, se estableció en Kentucky en 1797 y comenzó a adquirir terrenos en Lexington en 1804, consolidando lo que más tarde sería Ashland. La finca se convirtió en una plantación de más de 600 acres donde trabajaron esclavizados que cultivaban cáñamo, criaban ganado, y realizaban tareas domésticas. Entre ellos se encontraban Aaron y Charlotte Dupuy junto con sus hijos, Charles y Mary Ann.

Clay llevó a esta familia esclavizada a Washington, D.C., durante su mandato en el Congreso en 1810. En 1829, Charlotte Dupuy presentó una demanda contra Clay, exigiendo su libertad y la de sus hijos, un caso que precedió al famoso desafío de Dred Scott por casi tres décadas. Aunque el tribunal falló en su contra, Dupuy persistió, y su historia pone de manifiesto las tensiones y contradicciones en la vida de un hombre que abogó por la unidad nacional mientras se beneficiaba de la esclavitud.

La primera mansión de Ashland fue diseñada alrededor de 1806 por Benjamin H. Latrobe en estilo Federal, pero enfrentó problemas estructurales debido a materiales deficientes y daños causados por el terremoto de New Madrid en 1811. Después de la muerte de Henry Clay en 1852, su hijo James Brown Clay decidió demoler la casa original y construir una nueva, completada en 1857 bajo la dirección del arquitecto Thomas Lewinski.

La nueva estructura fusionó elementos del estilo Federal con detalles Italianos, integrando interiores de estilo Greek Revival y mobiliario victoriano. Esta transformación modernizó la mansión, destacándola como un ejemplo de la arquitectura y el diseño del siglo XIX en Kentucky.

Tras la muerte de James Brown Clay en 1864, su viuda vendió Ashland en 1866 a Kentucky University, que utilizó el lugar como parte de su campus. Más tarde, la finca fue adquirida por Anne Clay McDowell, nieta de Henry Clay, en 1883. Anne y su familia modernizaron la propiedad, añadiendo gas, electricidad, plomería interior y servicio telefónico.

En 1950, gracias a los esfuerzos de la Henry Clay Memorial Foundation, Ashland abrió sus puertas como museo histórico, preservando el legado del influyente político y las historias de las personas que vivieron y trabajaron en la plantación.

El nombre “Ashland” proviene de los bosques de fresnos que rodeaban la finca. Durante el siglo XIX, este lugar se convirtió en un símbolo de la prominencia de Henry Clay, inspirando a varias ciudades en los EEUU a adoptar el nombre, como Ashland en Kentucky, Missouri, Oregon, Virginia, y Wisconsin, entre otros.

Además, la influencia de la finca trasciende su historia política. Desde 1936, el Ashland Stakes, una prestigiosa carrera de caballos celebrada en Keeneland Race Course, lleva el nombre de esta histórica plantación, conectando el pasado con el presente a través del legado cultural de Kentucky.

Visitar Ashland es adentrarse en una parte crucial de la historia estadounidense. El museo no sólo cuenta la historia de Henry Clay, sino que también ilumina las vidas de las personas esclavizadas que construyeron y trabajaron en la finca, ampliando la comprensión de los visitantes sobre las complejidades del pasado. En el corazón del Bluegrass de Kentucky, Ashland se alza como un recordatorio de la riqueza histórica y cultural de la región, uniendo las aspiraciones de una nación en crecimiento con las realidades de las vidas que ayudaron a construirla.

Por Yanet KantAlma, El Kentubano (edición 187, marzo 2025). Fotos: ashland henry clay estate

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