Se declara culpable el pirata aéreo que desvió un avión a Cuba en 1984
El estadounidense William Potts se declaró culpable de secuestrar en 1984 un avión de pasajeros y desviarlo a Cuba, tras alcanzar un acuerdo con la Fiscalía, informó EFE.
Potts, de 57 años, había regresado en noviembre pasado a Miami para entregarse a las autoridades estadounidenses, después de pasar 13 años en las cárceles cubanas, y poner así punto final a su caso, todavía pendiente en EEUU.
Si bien se declaró entonces no culpable en un tribunal de Miami, el hombre decidió finalmente cambiar su declaración de inocencia por la de culpable por el delito de secuestro, para intentar flexibilizar la sentencia, tras alcanzar un acuerdo con la Fiscalía.
Los fiscales habían decidido presentar a Potts cargos por el delito de secuestro y retirar el de piratería aérea, que conlleva penas de hasta veinte años de cárcel, aunque será el tribunal del sur de Florida el que fije el próximo 11 de junio la duración de la pena de cárcel.
En 1984, Potts, entonces miembro de los Panteras Negras, secuestró un avión en el aeropuerto de Newark y con una pistola obligó al capitán a que lo desviara de su destino, Miami, para volar a La Habana.
Según los documentos de la acusación, Potts “amenazó con hacer volar el aparato y disparar contra los pasajeros si el avión aterrizaba en Miami”. Además, exigió la entrega de cinco millones de dólares.
Tras la amenazas, el piloto decidió volar a La Habana, donde las autoridades de la Isla entraron en el avión y salieron escoltando al estadounidense, que fue detenido y condenado a 13 años de cárcel, pese a que Potts confiaba en ser recibido como un héroe.
Una vez cumplida la pena y después de trabajar durante años como agricultor, Potts, que se casó en Cuba y tuvo dos hijas, decidió en noviembre de 2013 regresar voluntariamente a Estados Unidos y entregarse a las autoridades, tras recibir un pasaporte de la Sección de Intereses (SINA) estadounidense en la Isla.
De los 29 años que Potts ha vivido en Cuba, 13 de ellos los ha pasado en la cárcel.
Antes de salir de Cuba, Potts, quien se llamaba a sí mismo “Teniente Espartaco”, dijo a un medio estadounidense que su intención era cerrar el caso, por lo que esperaba convencer a las autoridades estadounidenses de que tomasen en cuenta los 13 años que pasó en las cárceles cubanas.
Potts, que permanece preso sin derecho a libertad bajo fianza, tiene pendiente también otro posible juicio en EEUU por un robo a mano armada en el estado de Nueva Jersey en 1984, el mismo año en que secuestró el avión.