Rostros locales: Uziel Aguilar, cumpliendo metas, de ayudante a electricista profesional

El Kentubano, exaltando, reconociendo, y aplaudiendo las buenas obras y a los líderes de nuestra comunidad…

Cumplir uno de sus sueños lo llevó a trabajar sin descanso y a regresar muchos años después a la escuela.  Natural de Manzanillo, Cuba, Uziel Aguilar Barea llegó a los Estados Unidos en el año 2009 y según me cuenta el camino no fue fácil, pues como la gran mayoría de los emigrantes el idioma es a menudo un obstáculo importante, pero no fue el impedimento para que recientemente el esfuerzo y sacrificio de varios años rindiera sus frutos hasta lograr alcanzar su título como electricista en el estado de Kentucky.

¿Cómo fueron los inicios en este país?

Los primeros años, como para la mayoría de los cubanos, fueron bien difíciles. Dejando todo atrás, viviendo entre la nostalgia de dejar nuestra cultura, familiares y amigos; acostumbrarnos a un nuevo idioma, cultura, clima, y a los esfuerzos por encontrar un buen trabajo.

¿Qué te motivó a estudiar nuevamente esta profesión?

En Cuba estudié electricidad y mantenimiento. Al llegar a este país lo primero fue aprender un nuevo idioma mientras trabajaba en trabajos a tiempo parcial por el primer año. Al mismo tiempo asistía a una escuela de inglés por las noches, después del trabajo. Después del primer año encontré un trabajo a tiempo completo en un almacén y luego tuve otro trabajo a tiempo completo en una compañía que fabricaba piezas de aluminio. Allí trabajaba con maquinaria pesada y a partir de ese momento pensé en superarme y hacer una carrera de algo que siempre me gustó: la electricidad.

Uziel, ¿Cuándo decidiste emprender ese proyecto?

Mientras trabajaba en esta fábrica de aluminio empecé a trabajar a tiempo parcial como empleado de mantenimiento en una compañía de almacenamiento. Allí practicaba algo de lo que había estudiado en Cuba de electricidad.  Después me quedé en ese puesto a tiempo completo y después de dos años en octubre del 2016, hablé con el dueño de este negocio y le comuniqué mis deseos de volver a estudiar electricidad, él me dijo que, si yo quería, me ayudaba a empezar a trabajar en una compañía de electricidad que pertenecía a un conocido suyo. Fue así como empecé el camino para realizar mi carrera. Empecé como ayudante de electricidad para una compañía pequeña que trabaja en la ciudad de Louisville y luego de un año mi jefe me inscribió en la escuela Independence Electrical Contractors (IEC).

¿Cuándo miras hacia atrás y ves todo lo que has logrado, que sientes?

Puedo decirte que me siento satisfecho de haber logrado alcanzar la meta que me propuse. Me siento orgulloso de poder decir que en el 2020 obtuve mi licencia como electricista profesional del estado de Kentucky. No ha sido fácil, el idioma fue parte de una barrera para lograrlo, al mismo tiempo que seguía trabajando a tiempo completo por el día asistía a la escuela de electricidad por la noche.  Fue un proceso largo y difícil, pues la escuela me tomó cinco años. En más de una ocasión, cuando me ganaba el cansancio pensaba en renunciar, pero siempre tuve el apoyo de Dios, de mi familia y buenos amigos, y eso me ayudó a seguir adelante. He tenido la oportunidad de superarme y alcanzar la carrera que me gusta para que hoy pueda cuidar mejor a mi familia y servir a la comunidad.

Uziel, ¿Qué proyectos tienes tras graduarte?

Esta nueva etapa me abre las puertas para poder presentar la solicitud estatal y poder obtener una Maestría en esta profesión, que es el próximo paso. También, me encuentro trabajando en abrir mi propio negocio, una meta que será posible próximamente con el favor de Dios.

Por Yany Díaz, El Kentubano, edición 155, Julio 2022

Exaltando, reconociendo, y aplaudiendo las buenas obras y a los líderes de nuestra comunidad…