Locales: Leonel Ferrer, de cómo la práctica del Jiu Jitsu le sirvió para enfrentar el peligro y hacer el bien al resto

Leonel Ferrer, de cómo la práctica del Jiu Jitsu le sirvió para enfrentar el peligro y hacer el bien al resto  

Por Yany Díaz, El Kentubano   

(El Kentubano, edición 114, enero 2019)

“Aquellas lomas no tenían fin, algunas con inclinaciones en las que prácticamente se hacía imposible poder escalarlas. Muchos perdían el ánimo, yo podía perder las fuerzas, pero jamás la meta de llegar a mi destino”, así recuerda Leonel Ferrer Alcalá, natural de la provincia de Guantánamo, quien llegó a la ciudad de Louisville, Kentucky en el 2016, como parte de los miles de cubanos que transitaron la peligrosa selva de Darién y que tras varios meses varados en Panamá llegaron a Estados Unidos mediante el puente aéreo.

Precisamente esta es una de las historias de los cubanos y su arduo camino para llegar a este país, por lo que merece ser contada, pues pocos se imaginan los sacrificios cuando se sube a una lancha, a una balsa, o se adentra en la travesía por lugares inhóspitos, sin saber si llegarán vivos o si volverán a ver a la familia.

“Fui judoca, fui un atleta competitivo en una época donde había buenos atletas. Obtuve un quinto lugar en los juegos escolares y tres títulos zonales universitarios en tres divisiones. En la práctica del jiu jitsu logré oro en el quinto campeonato nacional”, cuenta Ferrer, para quien el haber sido deportista marcó la disciplina y la constancia de no rendirse ante las adversidades.

El viaje de Leonel comenzó en Guyana, donde inició a su vez el proyecto de recorrer este largo y peligroso camino hacia la libertad. Sin embargo, la trayectoria no estuvo exenta de penurias, y su preparación deportiva fue una bendición para él y para un grupo de coterráneos, que sin su ayuda hubiesen corrido una suerte diferente. “Muchas veces si pensé que no lograría que no volvería a ver de nuevo a mi familia, pero los cubanos somos fuertes, y no cejamos en los objetivos, pero el logro requiere sacrificios. En una ocasión nos perdimos y estuve dos horas separado del grupo, por esos instantes yo solo recordaba toda mi vida en un periodo corto, hasta que al fin encontré a dos cubanos y llegamos a una aldea. Cuando llego, pude ver como un grupo de cubanos estaban reclamando sus pertenencias de las que habían sido despojadas por delincuentes del área. Viré decidido y sacando el valor de mis competencias y experiencias, ayudado de mi complexión física logré recuperar las mochilas de unas cuantas personas… todos me aclamaron como héroe, de hecho, tuvieron que sacarme rápido del lugar por temor a venganzas de los malhechores. Esa fue la única vez en años que iba un carro a ese lugar, y eso ocurrió solo para buscarme, porque mi vida peligraba, de ahí me apodaron el Chombo.”

El Tapón del Darién es un bloque vegetal que se extiende en la frontera entre Panamá y Colombia. En este lugar, debido a la complejidad de la selva, se interrumpe la carretera Panamericana. Es considerado uno de los lugares más biodiversos del planeta, sin embargo, su densa vegetación se ha convertido en el telón propicio para el paso irregular de migrantes y el narcotráfico.

Miles de cubanos escogieron esta vía donde también se encuentra la conocida como la Loma de la Muerte, donde un cierto número de migrantes han perdido la vida producto del fuerte desgaste físico al que son sometidos. Es allí donde se observan más decesos y los restos humanos se encuentran al borde del trillo.

Este 2019 se cumplen tres años que cubanos como Leonel llegaron a este país, más de cinco mil sólo desde Costa Rica, y más de cuatro mil desde Panamá. Un hecho sin precedentes al tratarse en su mayoría de jóvenes, algunos profesionales que no vieron un futuro en su país.

“Agradezco mucho a esta comunidad en Louisville, que me ha dado la oportunidad de ser cada día mejor cómo ser humano. Cuando veo algunos que dicen que quieren regresar a vivir en un año para Cuba me indigno, con el respeto a los demás, ha sido mucho el esfuerzo para llegar a este país y en mi caso, vine a labrarme una vida y a ayudar a mi familia, ellos fueron y son mi motor para salir adelante. Estoy completamente seguro que el día de mañana todo sacrificio habrá valido la pena.”