Se desinfla California

Cuando al abogado y escritor R.M.S. Thornton (34) se le preguntó por qué dejaba Carmel (California) para irse a Tempe (Arizona) dejó una analogía peculiar que describe muy bien al Golden State.

“Siempre he pensado que California es como el estereotipo de la chica guapa del colegio. Sabe que es guapa, así que cree que puede salirse con la suya tratando fatal a sus compañeros y que ellos seguirán complaciéndola, comprándole regalos, elogiándola. Sin embargo, ser estéticamente impresionante sólo puede llevarte hasta cierto punto. Con el tiempo, tus compañeros empezarán a darse cuenta de que ya es suficiente”.

Este jocoso símil de Thornton resume varios de los problemas de California.

Primeramente, es un estado muy caro para vivir, y el agradable clima o la rica historia del Golden State simplemente ya no compensa todo el paquete que trae consigo California desde hace años: inseguridad, altos impuestos, baja calidad de vida, crisis de indigencia, calles inundadas de droga y una enorme burocracia.

Estos problemas, cada vez más evidentes, se encargan de expulsar año tras año a más residentes y pone un muro de contención para que gente nueva llegue y disimule un invierno demográfico que se asuma de a poco.

De hecho, la crisis demográfica ya está allí. En 2021, California perdió un escaño en el Congreso de los Estados Unidos, mientras que Texas y Florida, gobernados por republicanos, consiguieron dos y uno respectivamente. Ahora, las estimaciones demográficas son todavía más severas: California podría perder hasta una décima parte de su representación en el Congreso para el 2030. Es decir, 5 de sus 52 escaños.

Y podría ser peor.

4 de 10 californianos quieren dejar el estado

La gran mayoría de los residentes de California, 7 de cada 10, están orgullosos de que su estado sea haya convertido en el bastión progresista de los Estados Unidos junto con New York. Celebran la “inclusividad”, sus políticas woke y su laxo sistema penal.

Sin embargo, a pesar de que se enorgullecen de su estado, no están felices en él y, de hecho, 4 de 10 piensan o se plantean en mudarse a otra región, según una reciente encuesta de Strategies 360 en colaboración con el diario Los Ángeles Times.

Al final, detrás de todo el orgullo progresista, solo el 29% de los californianos dijo sentirse satisfecho con la economía, un descenso de doce puntos porcentuales con respecto al 41 % de principios de 2020.

Además, casi la mitad de los encuestados dijo que se las arreglan o rebuscan para llegar a final de mes, pero luchan por ahorrar dinero o pagar gastos inesperados.

La encuesta muestra lo que es una tendencia clara en el Golden State: desde abril de 2020 y julio de 2022, California se despidió de 700,000 personas más de las que recibió. Un claro declive demográfico que puede seguir abriéndose paso a medida que los residentes, aunque orgullosos, sientan que no pueden prosperar en el estado donde crecieron.

Texas y Florida, principales receptores de californianos

La crisis demográfica en California no es un fenómeno nuevo que vino con la pandemia, al contrario, viene gestándose desde inicios de los 2000, tal y como puede leerse en una entrada de la compañía PODS, especializada en el mercado inmobiliario.

“¿Por qué se va tanta gente de California?”, se pregunta en el artículo. “Por decirlo claramente, la razón número uno es que California es cara. El estado se encuentra constantemente entre los cinco estados más caros del país. Según Zillow, entre 2015 y 2022, el valor medio de la vivienda aumentó un 92 %, casi el doble. El aumento del coste de la vida, la vivienda y el transporte, junto con el aumento de la delincuencia, la contaminación y la congestión, ha provocado que muchas personas se trasladen a ciudades y estados más asequibles”.

Y el estado que más californianos recibe no es, por ejemplo, el progresista Nueva York, sino el conservador Texas, que tiene un costo de vida un 37% más bajo que California, una renta media por hogar de $67.300,20% menos que el Golden State; un valor medio de vivienda de $298.300 dólares, 59% menos que el mencionado estado y una renta media por dormitorio de $1.250,44% menos que en California.

Además de que el costo de la vida es notablemente menor y la calidad también mejora, otra gran razón por la que los californianos abrazan a Texas es porque no hay impuesto estatal sobre la renta.

No en vano, de California no solo salen residentes, sino también empresas.

Un informe de 2022 de la Instituto Hoover reseñó que unas 352 empresas abandonaron California y trasladaron su sede a otro estado entre 2018 y 2022. El patrón se repite con respecto a los residentes: altos impuestos, alquileres costosos y una gran burocracia ahuyentan posibles inversionistas y también genera una fuga de capitales.

El segundo estado que más californianos recibe no es otro que Florida, quizás el más pujante de toda la unión en los últimos años bajo el liderazgo de Ron DeSantis.

A pesar de que el mercado inmobiliario en el Sunshine State desde el 2016 aumentó considerablemente sus valores y que los floridanos ganan menos que los californianos anualmente, el costo de vida es mucho menor en Florida y los precios de vivienda siguen siendo un 50% menor a lo que se consigue en el Golden State.

Además, la gran diferencia de Florida y California no pasa simplemente por el factor financiero, con menos costo de vida o impuestos más bajos, sino por el estilo de ambos estados: hoy por hoy Florida es uno de los estados más libres de la unión. Durante la pandemia, mientras en California imponían mandatos de vacuna, mascarillas y confinamientos, el republicano DeSantis abría la economía y dejaba que la gente decidiera libremente qué hacer con su cuerpo en materia de salud.

Por Emmanuel Alejandro Rondón, voz.us

Leave a Reply

Your email address will not be published.

WP Radio
WP Radio
OFFLINE LIVE