Equipo universitario de EEUU barre a Cuba en el tope amistoso

La selección universitaria de Estados Unidos completó este martes su barrida sobre el equipo nacional de Cuba al ganar 5-3 el quinto partido del tope amistoso, reporta la prensa oficial de la Isla.

Los estadounidenses lograron así su tercera victoria en las series amistosas frente a Cuba, iniciadas en 1986, la segunda por barrida, tras la registrada en 1995 en Millington, Tennessee.

Según la agencia estatal Prensa Latina, el inoperante sistema ofensivo programado por el mentor cubano Víctor Mesa y el terrible rendimiento defensivo de los receptores antillanos, a quienes les robaron 15 bases en 16 intentos, estuvieron entre las causas de que la selección cubana perdiera los cinco partidos disputados.

Estados Unidos logró triunfos por 2-1, 3-2, 1-0, 3-2 y finalmente 5-3 para agenciarse el escobazo, que dejó clara la necesidad que tiene el béisbol cubano de buscar nuevas fronteras para su crecimiento, indicó la agencia.

En el partido de este martes, celebrado en el Bulls Athletic Park, de Durham, Carolina del Norte, el gran protagonista fue el serpentinero zurdo estadounidense Carlos Rondon, mejor lanzador de la escuadra.

Rondon, de 20 años, maniató a la artillería cubana durante seis y dos tercios de entradas, en las que permitió solo dos hits, no regaló boletos, no admitió carreras, y propinó la friolera de 11 ponches, apoyado en un surtido repertorio de slider, cutter, screwball y recta, este último lanzamiento por encima de las 95 millas por hora.

Antes de finalizar su labor, su equipo le había dado ventaja de tres carreras al fabricar una en el final primer inning, otra en el tercero y una más en el sexto, remolcadas por Michael Conforto, Alex Bregman y Matt Chapman, respectivamente.

En el séptimo episodio, el equipo dirigido por Jim Schlossnagle sentenció el choque con otras dos anotaciones, impulsadas por Kyle Schwarber y Taylor Sparks, con sendos sencillos a la pradera derecha.

Con el partido 5-0 la desmoralización reinaba en el rostro de los cubanos y en especial en el de su manager Víctor Mesa, aunque se tratara de un tope de preparación.

Los cubanos consiguieron no obstante un rally de tres carreras en la parte alta del octavo capítulo, coronado por Lázaro Herrera con cuadrangular a los profundo del jardín central, con dos compañeros en circulación.

Este batazo de cuatro esquinas representó el único jonrón que se disparó en los cinco partidos de la serie bilateral.

Con el desafío 3-5, Schlossnagle envió al ruedo en el noveno inning a su taponero estrella, el supersónico derecho Ryan Burr, quien cerró el juego sin mayores contratiempos para conservarle el triunfo a Rondon y, de paso, reclamar el rescate.

Del resultado global del tope, Estados Unidos y su béisbol colegial pueden sacar conclusiones muy positivas, mientras Cuba y su pelota nacional deben realizar un análisis exhaustivo para focalizar las deficiencias y buscar soluciones, porque una derrota tan desproporcionada ante jugadores universitarios, todos menores de 20 años, es un cubo de agua helada, dijo Prensa Latina.

Las series amistosas Cuba-Estados Unidos se reanudaron en 2012 tras un paréntesis de 16 años. Según estadísticas de la USA Baseball, estos enfrentamientos se fundaron en 1986, aunque en la década de los setenta ya se habían realizado algunos encuentros esporádicos.

Los cubanos lograron imponerse el año pasado en tres de los cinco choques, en lo que representó el debut del controvertido manager Víctor Mesa al frente de la escuadra absoluta cubana.

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