Más restricciones para las actividades privadas en zonas turísticas

Las permutas, donaciones, compraventas y reparaciones de viviendas en zonas turísticas serán más complicadas a partir de ahora con la entrada en vigor de nuevas regulaciones. Desde el 24 de julio se exige una autorización de la Dirección Municipal de la Vivienda o del Instituto de Planificación Física, un requisito adicional a los vigentes en el resto del país.

Las normas, publicadas en la Gaceta Oficial, afectan a las llamadas “zonas de alta significación para el turismo”. Firmadas entre enero y mayo pasados las modificaciones legales otorgan a las delegaciones territoriales de Turismo, Planificación Física y la Vivienda de cada uno de esos territorios la decisión de qué casos proceden y cuáles no.

Desde que, a finales de 2011, el Gobierno de Raúl Castro autorizó la compraventa de viviendas tras décadas de prohibición, se desató un dinámico mercado inmobiliario en un país con 3.700.000 viviendas, un 85% de ellas en régimen de propiedad individual.Home sale El Kentubano

Menos de dos años después de que se levantara la veda a estas operaciones, se alcanzaron unas 80.000 transacciones de compraventa y donaciones, según datos ofrecidos entonces por Aniuska Puente Fontanella, especialista de la Dirección del Registro de la Propiedad Mercantil y del Patrimonio del Ministerio de Justicia.

En los últimos años las autoridades han intentado controlar el fenómeno con la creación de impuestos y, más recientemente, con nuevas regulaciones para las áreas mejor cotizadas por los negocios de renta a turistas y los restaurantes privados. Las nuevas medidas suponen un escollo adicional para el desarrollo del sector privado.

Entre las zonas de interés turístico destacan la península de Varadero, el más famoso balneario cubano, y también el litoral de La Habana del Este, especialmente en las zonas de playas de ese municipio que son visitadas por muchos vacacionistas extranjeros y nacionales cada año.

A partir de ahora, según esta última resolución, cuando un residente de esas zonas quiera permutar, donar, vender o comprar un inmueble tendrá que solicitar una autorización a la Dirección Municipal de la Vivienda, a diferencia de otras localidades donde solo se necesita formalizar el trámite ante notario.

Cuando se trate de acciones de reparación o rehabilitación de una vivienda, la licencia se tramitará con la Dirección Municipal de Planificación Física, una supraentidad creada por el Gobierno para ordenar el espacio urbano y dirigida por el general Samuel C. Rodiles Planas, un militar de línea dura.

Tras cumplir con esos trámites, el propietario de una vivienda en esas zonas deberá aguardar por una confirmación de la delegación territorial de Turismo, que tendrá en cuenta “el equilibrio” de la población residente en cada zona para evitar que esta se incremente y afecte la actividad estatal en ese sector.

El nuevo requisito ha puesto en alerta a los dueños de hostales, paladares y casas de valor arquitectónico, que ahora temen la paralización o congelamiento de las reparaciones u obras gestionadas de forma privada en esas zonas.

La Gaceta Oficial también advierte de que las permutas en estas áreas no deben contribuir al crecimiento poblacional ni a crear nuevos propietarios El texto prohíbe que las donaciones y las compraventas afecten los programas de desarrollo turístico.

También se limitará la edificación de nuevos inmuebles de manera que se “ajuste con rigor” al Plan de Ordenamiento Territorial y las regulaciones urbanas de dichas zonas. Está decisión ha caído como un cubo de agua fría para quienes han comprado terrenos en áreas turísticas para construir posteriormente una vivienda.

En el caso de La Habana Vieja y Centro Habana, municipios de la capital que están asociados a la Oficina del Historiador de la Ciudad, existen otras ordenaciones específicas aún más restrictivas.

“Los cuartos y habitaciones que queden desocupados y disponibles a favor del Estado” en esos territorios “se entregan directamente a la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana”, que dispondrá de ellos “de acuerdo con las regulaciones establecidas”.

El objetivo, según la Gaceta Oficial, será “la reubicación y mejoras de las condiciones habitacionales de la población residente” en la zona así como “la restauración y conservación del patrimonio”. Además se señala como finalidad de la nueva ley potenciar “el desarrollo turístico” y “la satisfacción de los servicios sociales a la población”.

Una de las medidas que está causando más polémicas es la prohibición de fraccionar cuartos o habitaciones, estén o no “situados en cuarterías o ciudadelas, salvo casos fundamentados de interés social y previa autorización de la Oficina del Historiador”

La práctica de dividir los espacios, ya sea de forma horizontal o vertical (las conocidas barbacoas), se ha usado por décadas para aliviar los problemas habitacionales en Cuba. Al finalizar 2016 existía un déficit superior a las 880.000 casas en la Isla y, el pasado año, solo se construyeron 21.827 nuevas viviendas, según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas.

Fuente: 14ymedio.com

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