Locales: Cuando de bailar se trata… Llonnis del Toro tiene la última palabra

Cuando de bailar se trata… Llonnis del Toro tiene la última palabra  

Por Yany Díaz, El Kentubano

(El Kentubano, edición 111, Octubre 2018)

Hace mucho tiempo que la gran diva Celia Cruz atestiguó que los cubanos tenemos azúcar en la cintura, y esa pasión por el virtuosismo del baile se aprecia no solo en cada esquina o rincón de la Isla, donde de la nada se puede formar una pareja de salsa, una rueda de casino o se improvisa el más popular de los bailes.

Pero hay una realidad que Llonis del Toro, acaba de confirmar, la música y el baile trascienden las fronteras y hermanan todos los espacios del mundo, y gracias a este cubano una parte de la cultura musical de la Mayor de las Antillas ha llegado a la ciudad de Louisville, Kentucky.

“Siempre me gustó bailar, yo creo que eso nosotros lo traemos en la sangre o nos viene por herencia. A los nueve años ingresé en la Escuela Vocacional de Arte Regino Eladio Botis en la especialidad ballet clásico por cinco años, de ahí continué en la Escuela de Ballet en Camagüey y más tarde en la Escuela Nacional de Circo y Variedades”, comenta del Toro, natural de Imias, en la provincia de Guantánamo.

Los inicios como profesional llegaron de la mano del Ballet de la televisión cubana y al mismo tiempo amenizaba las noches del Cabaret Parisién del Hotel Nacional.

“Unas de los momentos que más recuerdo fue mi primer viaje a Japón, el cuál fue muy impactante para mí. Sucedió estando en el Ballet de la Televisión Cubana bajo la dirección de la maestra Kristy Domínguez, a la cuál le agradezco mi formación cómo artista. Estando en la televisión tuve el placer de conocer al gran director de espectáculos Toby Gough, con el que tuve la posibilidad de conocer dentro de su elenco artístico a toda Europa y parte de Asia, con el espectáculo Lady Salsa”.

Pero un artista nunca olvida su pasión, “al llegar aquí a los Estados Unidos el 24 de diciembre del 2012 traté de hacer un espectáculo, pero te confieso que me fue muy difícil, hasta conocer a Itakma Luna y con ella conformé mi pareja de baile y participamos en el WorldFest”.

WorldFest, el principal festival de Louisville que celebra la rica diversidad de la ciudad, los residentes que son inmigrantes o que provienen de entornos de inmigrantes se reúnen en el Belvedere para exhibir y compartir sus culturas.

“Me sentí orgulloso de representar en este evento a una comunidad cubana que crece aceleradamente, esos momentos no tienen precio. Quiero agradecer a todas y cada una de las personas que hicieron posible que participara en el mismo, fue una experiencia muy agradable y satisfactoria en la cual pude percibir que fue bien aceptado por el público desde la clase impartida, la coreografía y la conga final”.

Entusiasmo y energía, lo motivan a pensar en el futuro: “Mi intención es hacer un espectáculo para que la comunidad latina y estadounidense conozcan y disfruten del mismo”.

Una realidad que se repite en cada uno de los artistas de la Isla es que los distingue la pasión, todo pasa por el corazón, y cuando salen a la pista no solo contagian el ritmo, sino que exportan esa esencia de cubanía, proyectada por una idiosincrasia, que de manos y pies de Llonis del Toro ha llegado hasta la ciudad de Louisville.