Rostros locales: Alexey Hernández Hinojosa y los secretos para dominar el arte del tatuaje

IMG_1600De sus hábiles manos emergen desde criaturas fantásticas, hasta retratos de seres queridos. Alexey Hernández Hinojosa domina el arte del tatuaje con una destreza y profesionalidad impresionantes, precisamente porque desde temprana edad alguien descubrió su talento para plasmar con tinta verdaderas historias en la piel.

Radicado hace varios años en la ciudad de Louisville, este habanero, ha mezclado su pasión por pintura con el arte del tatuaje.

¿Cuándo surge esa inclinación por el arte?

“Provengo orgullosamente de una familia humilde, entre muchas en el país de donde soy. Mi madre, una mujer maravillosa, es sordomuda, pero nació con el don de ser una gran costurera y que hasta el día de hoy es una de las costureras que visten a los cubanos que bailan para los carnavales en La Habana. Yo crecí en un solar habanero, en el centro de la capital y desde muy niño un vecino muy querido que fue camarógrafo, pintor y escultor: Ernesto Muñoz y su hijo Elier Muñoz, fueron los que influyeron a que se desatara esta pasión que llevaba en mí por el arte. Ellos me llevaban a una escuela de pintura que ahora es llamada Museo de Bellas Artes, allí tuve el privilegio de aprender con muchos profesores de la escuela de pintura de San Alejandro, pero como muchos talentos en Cuba tuve que dejar de asistir, pero eso no me detuvo pues seguí pintando en mi casa.”

¿Cómo llegas al mundo del tatuaje?

“Las circunstancias de la vida. Pintar te ofrece la técnica tatuar requiere mayor esfuerzo.”

Eran momentos en los que existía cierta censura y discriminación a quienes tenían un tatuaje, ¿cierto?IMG_1596

“Si, en mis tiempos tener un tatuaje era de presidiarios o personas no gratas en mi país. En mi hogar no lo veían bien, pero yo siempre lo vi como un arte. Para mí solo era cambiar el lienzo por piel y así fue cómo empecé con uno u otro amigo que se animaba a hacerse uno. Mi primer tatuaje me lo hice después de los 21, respetando siempre y esperando a tener mayoría de edad para que mi madre no se molestara conmigo, pero aun así no les gustó la idea de verme con una pintura en mi piel. Con el tiempo entendió que es arte y que no precisamente por tener un tatuaje eres una mala persona. Yo siempre quise tener la oportunidad de hacer lo que me gusta, pero hacerlo bien y ponerle toda la pasión y amor que siento por lo que hago.”

¿Tras varios años, crees que aún existen esos perjuicios sobre tu profesión?

“Cada persona que viene a mi estudio la mayoría quiere un tatuaje para expresar algo, ya sea identificarse, un recuerdo o su personalidad. Algunos de los que vienen a mi estudio tratan de hacerse tatuajes que no sean mal vistos en sus países. Todavía existen prejuicios hoy día en el mundo del tatuaje, pero lo importante es respetar la decisión y el gusto de cada persona.”

¿Qué tipo de tatuajes realizas?

“Me gusta hacer todo tipo de tatuajes, pero me inclino más a los que se acercan más al realismo como animales, rosas, rostros; trato de hacer todo tipo de trabajos y aprender de todos los artistas, ya sea dibujo, pintura o tatuaje en esta profesión, siempre es bueno seguir aprendiendo y no quedarte estancado en una técnica, tatuar lleva tiempo, horas de trabajo, pero lo más importante es tener paciencia a la hora de hacer un tatuaje. Mis respetos para todos los tatuadores de nuestra comunidad porque cuentan con mucho talento y que al igual que yo nos ganamos la vida creando arte en la piel”.

Por Yany Díaz, El Kentubano (edición 137, Enero 2021)

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