Rostros locales: Rolando “Roly” García, una leyenda viva del sonido

El Kentubano, exaltando, reconociendo, y aplaudiendo las buenas obras y a los líderes de nuestra comunidad.

Rolando García es una leyenda viva del sonido en Cuba, puedo afirmarlo sin lugar a duda, pues le precede una carrera dentro de esta profesión, acompañando a nivel mundial a los músicos más reconocidos de la Isla.

Hace algunos años, cuando entrevisté a su hija Joanna, se refirió con orgullo a su padre como su mayor inspiración como artista. No imaginé nunca tener la oportunidad de entrevistarlo, y creo que no alcanzaría el espacio para las numerosas anécdotas que bien merecerían un libro.

“Mi interés por la música surge debido a mi padre, Rolando A. García Smith, a quien conocí como músico desde que yo nací. Fallecido recientemente, fue durante toda su vida amante de la música, tocaba guitarra y bajo, fue director musical, arreglista y compositor en distintas agrupaciones como Los Ultras, el Conjunto de Alfonsín Quintana, y el Grupo Tropical, entre otros. También tocó guitarra en varios tríos entre los que se destacaron el Trío Varadero y el Trío Geraché. Desde pequeño y por ser el mayor de sus hijos y único varón, mi padre acostumbraba a llevarme siempre a sus ensayos, grabaciones y a muchas de sus presentaciones, haciendo crecer en mí un enorme interés por la música.”

¿Cuándo comenzaste a interesarte por el sonido?

 Aprendí con él a tocar la guitarra, pero nunca olvidaré un día en los estudios de la EGREM de Centro Habana, con el grupo Los Ultras, durante las intensas sesiones de grabación, que yo no dejaba de preguntar al grabador sobre todo lo que hacía. Estaba completamente entusiasmado y atento a todo lo que aquel hombre tocaba y como dirigía y controlaba toda aquella cantidad de botones desde su cabina. Al terminar aquel día recuerdo como si fuera hoy las palabras del grabador cuando le dijo a mi padre: “Rolando, olvídate de que tu hijo sea músico, al “chama” lo que le gusta, ¡es esto! Yo sí le creí, a partir de ese momento supe que era eso lo que me gustaba.”

Después que se formó en este campo, tuvo la oportunidad de trabajar con “los grandes de la música cubana”.

Junto a Juan De Marcos González

¿Alguna anécdota que recuerde?

Durante todo este tiempo de labor en los Grandes Cabarets de La Habana, tuve la oportunidad de trabajar con grandes artistas y figuras de la talla de Elena Burke, El cuarteto de Meme Solís, Omara Portuondo, Pío Leiva, Orquestas como Rumba Habana, Maravillas de Florida. En fin, todos los artistas de la época pasaron por los mejores Cabarets de Cuba y tuve la oportunidad de trabajar con ellos. Precisamente recuerdo ahora una anécdota sobre el prestigioso percusionista Tata Güines, en Tropicana. Hacía pocos días habíamos adquirido nuevos y modernos equipos que entre otros efectos podían congelar por así decirlo frases completas y luego repetirlas a gusto del técnico. Tata acostumbraba como característica suya a decir algo así como: “fifty, fifty” esto lo decía mientras tocaba. Entonces le congelé la frase y lo repetí cuando yo quise, en varias ocasiones. Tata, no lo dijo más y solo miraba a los músicos cuando yo lo repetía. Realmente no podía imaginar lo que sucedió después. Tata al terminar su presentación y muy de mal humor discutió fuertemente con sus músicos, pues pensaba que alguno de ellos se burlaba de él. Por supuesto esto quedó como un misterio, nadie dijo qué había pasado y los músicos desde luego negaron su culpa.

Tuvo usted la oportunidad de viajar el mundo con muchas agrupaciones como ingeniero de sonido, ¿Cómo fue esa experiencia?

Junto a Chucho Valdés

Como Cuba desgraciadamente ha ido decayendo paulatinamente a lo largo de los años, los Cabarets y la rica vida nocturna de nuestra Habana comenzó a decaer. También hasta que comenzaron a cerrar y yo decidí comenzar otra etapa, la de trabajar directamente con agrupaciones musicales, tuve la oportunidad de trabajar y viajar con muchas de esas agrupaciones y realizar giras no sólo en este país, sino en varias partes del mundo.

Recientemente ha logrado reunir toda la familia acá en Louisville, ¿cierto?

Sí. Tengo dos hijas, Lily y Joanna, ambas representan para mi esposa y para mí nuestro mayor orgullo. Son dos profesionales. Nuestra hija Joanna siguió los pasos de su abuelo y los míos y si se destacó en la música, estudiando y graduándose de percusión en los conservatorios de La Habana, donde tocó con agrupaciones como la orquesta femenina Anacaonas.

¿Qué se siente que una de sus hijas siga sus pasos en la música?

Joanna, ella vino sola desde muy joven, logrando en el terreno profesional hacerse una persona de bien sin dejar atrás su carrera como músico, convirtiéndose en directora de una agrupación musical (+Flow) y Mortgage Loan Officer en US Bank. Esto me hace sentir un gran orgullo y admiración por ella.

Por Yany Díaz (El Kentubano, edición 175, marzo 2024)

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