¿Suecia socialista? La mentalidad económica de su población dice que no

Por más que veamos socialistas hablando en nombre de países que desconocen, la gente de Suecia tiene una mentalidad que aparece entre las más capitalistas del mundo junto con Dinamarca.

Si haces una búsqueda que diga algo como «Suecia socialista» te aparecerán artículos que ponen al modelo sueco como uno de ‘‘socialismo exitoso’’. Dos de los mayores voceros de esta narrativa son los políticos socialistas estadounidenses Bernie Sanders y Alexandria Ocasio-Cortez, pero no son los únicos. En Latinoamérica, Gustavo Petro es otro personaje que difunde la idea de que Suecia es un país socialista democrático sin conocer su mentalidad. Ni su historia, desde luego.

Un informe del economista Stefan Fölster repasa las reformas que tuvieron los suecos luego de estar al borde de una crisis en los años 90 gracias a su Estado de Bienestar. Suecia logró catapultar su crecimiento económico en los años 50 gracias a medidas de corte liberal, se volvió increíblemente rica en los años 70 y… Le dio la espalda al modelo en la década de 1990.

El gasto público por aquellos años, según datos del Fiscal Monitor, estaba por el 61% del PIB y gradualmente se redujo en torno al 48%. Su sistema de pensiones de reparto se cambió por uno de capitalización individual: el envejecimiento y el desastre financiero estatal aumentaron la insostenibilidad. Y esto hablando de los aspectos económicos, porque aún no develamos el dato sobre la sociedad sueca que los caracteriza como altamente capitalistas.

Como preludio, decimos que probablemente esta cepa de socialistas no conoce el nombre de Anders Chydenius o que Suecia tiene una relación con el liberalismo económico desde 1776. ‘‘Todo eso con el socialismo democrático era absolutamente imposible. Simplemente no funcionó’’ es una declaración de Kjell-Olof Feldt, exministro de Finanzas (1982) que reconoció el fracaso socialdemócrata en Suecia, al contrario de muchos socialistas.

¿Cómo piensan los suecos? La mentalidad económica de Suecia

Los constantes aumentos del gasto público hicieron que los déficits primarios regresaran por primera vez desde 1943 a Suecia y estuvo al borde de quebrar. En 1980 el déficit primario (diferencia entre egresos e ingresos fiscales descontando intereses) pisó el 8,15% del PIB y en 1993 cayó al 5,5%. Los resultados eran cada vez más procíclicos y volátiles, mientras que la sociedad sueca estaba constreñida, sin opciones para escoger servicios o planes previsionales. Las empresas como Tetra Pak o Ikea comenzaron a escapar de una altísima carga fiscal y finalmente, hubo cambios liberales y se vendieron corporaciones estatales.

Suecia aprendió la lección al estilo de Nueva Zelanda y hoy es el tercer país con la mentalidad más capitalista del mundo detrás de República Checa y Nueva Zelanda. Estos dos son, respectivamente, los países más capitalistas de Europa y del mundo.La mentalidad se expresa mediante el Índice de Mentalidad Económica Global creado por los economistas Carlos Newland (Oxford), Brad Lips (Princeton) y Pal Czeglédi (Debrecen). Hay tres aspectos que evalúa: el favorecimiento de la propiedad privada, la desconfianza en la redistribución económica y la creencia en la responsabilidad personal.

Toma sus datos primarios de la Encuesta Mundial de Valores (WVS) y el Estudio Europeo de Valores (EVS) para procesar las actitudes poblacionales mediante datos. Suecia lidera como sociedad que tiene un alto grado de responsabilidad, escepticismo sobre la redistribución de la riqueza y defiende la propiedad privada. Los suecos también entienden que la liberación gradual de su economía y la riqueza que producen son las que permiten mantener su Estado de Bienestar. Por el lado contrario, países como Bosnia, Birmania, Bangladesh, Rusia o Argentina son los más anticapitalistas.

Fuente: maslibertad.com

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