Dra. María Monert: Si amas lo que haces no hay meta inalcanzable
Con un trato amable y profesional nos recibe la Dra. María de Lourdes Monert en la clínica Advance Dental Care de la ciudad de Louisville. En sus manos y la familiaridad del trato se superan los miedos propios que muchos tenemos al acudir al dentista. Para esta cubana, graduada de Estomatología en La Habana en el año 2010 y nuevamente en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) en el 2019.
El amor por la profesión que escogió la llevó a superar barreras que para algunos parecían imposibles, pero que ella con esfuerzo y constancia supo enfrentar con aplomo hasta alcanzar la meta de convertirse en odontóloga en este país.
¿Doctora, cuándo nació ese amor por esta profesión?
Mis padres son médicos y siempre me interesó la medicina, pero me decidí por estomatología porque me gustaba ir al dentista para hacerme limpieza y siempre me fijaba en la sonrisa de todos. Entonces lo más lógico era hacerme estomatóloga para ayudar a personas a tener una sonrisa más bella.
¿Llega a los EEUU en el año 2013? ¿Cómo fueron los inicios?
Fue difícil llegar a otro país y empezar de nuevo, pero a la misma vez todo era nuevo y excitante, especialmente cuando empiezas a trabajar como asistente dental porque hay tantos materiales, recursos y tecnología que no teníamos en Cuba, que te daban ganas de ir a trabajar y aprender. Pero al final yo siempre vine con la idea de revalidar el título a cualquier costo. Después de 1 año de trabajar como asistente dental ya no tenía nada nuevo que aprender y todo se estaba volviendo monótono. A partir de ahí supe que no podía perder más tiempo y me puse a estudiar todos los días de 9:00 pm a 12:00 am con amigas. Trabajaba y estudiaba todos los días. Me tomó un año para hacer cada examen para los Board de dentista, que en este país son muy difíciles. Los exámenes duran alrededor de 7 a 8 horas y son 400 preguntas. El segundo examen tiene dos partes que incluye otro día de 3 a 4 horas, con 100 preguntas más en forma de casos clínicos.
Muchos podrían pensar que es un proceso fácil, pero no lo es, ¿cierto?
No es un proceso fácil, pues, aunque pases los exámenes al primer intento y tengas una suficiente nota en el examen de inglés llamado TOEFL (preferiblemente por encima de 95), para empezar a aplicar a escuelas y programas de residencia es mucha la competencia y existen dentistas que se pasan 2 a 4 años aplicando en cada ciclo a ver si los llaman para entrevista en cualquier programa de EEUU y Puerto Rico. Si eres afortunado te pueden llamar de alguna escuela para hacer entrevista, ese fue mi caso, que me llamaron de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) y del programa de General Practice Residency (GPR) de la Universidad de Miami. Además de eso, tienes que hacer exámenes llamados “bench en tipodontos”, los cuales simulan la boca del paciente, y realizar preparaciones muy meticulosas para demostrar suficiencia. Incluso algunas escuelas hacen otro examen parecido al board de dentista con casos clínicos. Al final me decidí por hacer los últimos 2 años de la carrera de dentista en la escuela UCLA porque quería aprender bien desde el principio ya que aquí es un poco diferente que en Cuba. Yo sé que es bien difícil y también un proceso largo y engorroso, pero definitivamente se puede hacer, y si de veras amas lo que haces y te creas una meta, y trabajas duro para alcanzarla, se puede, y es algo de lo que nunca me voy a arrepentir.
Usted llegó a este país con muchos sueños y ha logrado continuar en su profesión, ¿qué siente?
Me siento orgullosa de haberlo logrado, de que me sigan llamando doctora y ser feliz con lo que hago cada día. El reto más grande fue regresar a la escuela y prácticamente olvidarme de lo que ya sabía y volver aprender desde cero. Tras graduarme ya llevo 2 años y medio trabajando en Louisville, antes trabajaba mayormente con niños porque me gustan y quería tener más experiencia con ellos, pero había algunas cosas de estomatología que extrañaba y ahora que trabajo en Advance Dental Care con pacientes de cualquier edad me siento más completa y puedo ayudar a más personas.
Por Yany Díaz, El Kentubano, (Edición 150, Febrero 2022)
Exaltando, reconociendo, y aplaudiendo las buenas obras y a los líderes de nuestra comunidad.