La vieja guardia Kentubana: Juan Fernández

El Kentubano, exaltando, reconociendo, y aplaudiendo las buenas obras y a los líderes de nuestra comunidad

Juan nació en Cuba, en1933, de padres españoles, y hasta hoy se identifica como “gallego”. Su padre, que emigró sin nada, terminó siendo un próspero dueño de un negocio de distribución de cervezas y refrescos, cuyo negocio, como casi todos en Cuba, fue nacionalizado por el nuevo gobierno que engañosamente prometía justicia y prosperidad.

Santa Cruz del Sur, donde creció Juan, es quizás más conocido por haber sido destruidos por un maremoto en el año 1932. Luego fue reconstruido 1 Km más lejos del mar, y existe hasta hoy.

Siendo un pueblo pequeño, Santa Cruz sólo tenía escuela primaria. Juan asistió su escuela secundaria en el Colegio Pinson, en la capital provincial, Camagüey. Pinson era un colegio metodista, con fondos donados por un millonario americano, Glover Giles, residente de Kentucky. Décadas más tarde, cuando Juan se mudó para Kentucky, personalmente conoció al Sr. Giles ¡mundo pequeño!

En Pinson, la enseñanza era toda en inglés, lo cual fue muy útil cuando Juan emigró a este país. En Pinson, Juan fue muy activo en varios deportes, notablemente baloncesto. Después de su graduación (como valedictorian), Juan jugó con un equipo semiprofesional de baloncesto por un par de años.

El sueño de Juan hubiera sido ir a la Universidad de La Habana y obtener un Doctorado en Ciencias Comerciales. Pero su padre sufrió un derrame cerebral por lo que Juan tuvo que hacerse cargo del negocio de su padre después de su graduación de Pinson.

Una historia interesante es que parte del negocio del padre de Juan era vender bates de pelota fabricados por Hillerich and Bradsby, en Louisville. Cuando muchos años después él se mudó para Louisville, tuvo oportunidad de visitar sus oficinas, y ver facturas enviadas a su padre en los 1940’s.

Juan y Rosalía (Lía) Terrada, se conocieron desde niños. Crecieron ellos y al fin creció su amor y se casaron el 15 de mayo de 1960. Tienen tres hijos: Maria Esther, Juan Carlos, nacidos en Cuba, y Miguel Angel, nacido aquí. Todos hoy son residentes de Louisville y todos muy cercanos a sus padres.

Otra interesante historia es que cuando paseaban Juan y Lía en su luna de miel, y manejando por la provincia de Pinar del Río, en el oeste de Cuba, militares pararon el tráfico para dejar pasar largas rastras con cargas bajo lonas. Más tarde, Juan supo que esa caravana probablemente había contenido los famosos “Missiles of October” que causaron la crisis entre los Estados Unidos y Rusia.

En noviembre 1ro de 1961, agentes del gobierno nacionalizaron el negocio del padre de Juan. A Juan le ofrecieron la posición de Administrador del negocio. El, con gran énfasis, se negó, y terminó trabajando para el Instituto de Reforma Agraria (INRA). Aunque él simpatizaba con grupos opuestos al nuevo gobierno, él nunca activamente cometió ningún robo o sabotaje. A pesar de eso, fue acusado de robar dinero y dárselo a los contrarrevolucionarios.

Fue llevado a juicio, pero, con favorables testimonios incluso de empleados del gobierno, fue encontrado inocente. Ese fue el momento en que decidió que él tenía que exiliarse.

Para hacer la historia corta, Juan pudo recibir permiso de salida para España, lo cual lo hizo en octubre de 1968. Él vivió en España por unos meses, hasta que recibió permiso para ir a Birmingham. AL, donde vivía una hermana de Lía. En Birmingham, consiguió trabajo en Alabama Power Company (APC), como Junior Accountant. El siempre habla con gran cariño de lo bien que fue tratado por todos en APC.

Un año más tarde, le fue ofrecida una posición en Washington por uno de sus profesores en Cuba, Jose Blanco, como Director de Payroll en un gran hospital, con muy buen salario. Ahí solo trabajó poco menos de un año, porque fue ofrecido la posición de Comptroller en el Methodist Evangelical Hospital en Louisville, a donde transfirió en 1970. El habla de sus años en esta posición como unos de los más felices de su vida en el exilio.

Luego, Juan trabajó un par de años como asesor independiente, ofreciendo servicios de finanzas y contaduría a 14 hospitales en Kentucky. Aunque lo disfrutaba, este trabajo requería muchos frecuentes vuelos, por lo que decidió dejarlo. Su última posición fue con un grupo de radiólogos, como Administrador de Finanzas. De este trabajo se retiró en el año 2000.

Hoy día Juan y Lía viven en The Springs Retirement Home, retirados y en paz. Hijos y amigos lo visitan frecuentemente, y él disfruta salir a almorzar o comer con sus viejos amigos. Todos los que deseen visitarlos son bienvenidos.

Cuando se le pregunta si él es “Cubanoamericano”, su respuesta es decir que el siempre amará la patria donde nació y la recuerda con gran afección, pero que, habiendo pasado la mayor parte de su vida en este país, donde tanto éxito tuvo, y donde fue recibido con tanto cariño, él puede decir con orgullo que es un americano.

Por Henry Romagosa, Louisville KY (El Kentubano (Edición 161, enero 2023)

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