Rostros locales: César Vanegas, en INTEC no somos una compañía, sino una gran familia

Exaltando, reconociendo, y aplaudiendo las buenas obras y a los líderes de nuestra comunidad… ¡Enhorabuena César Vanegas!

Por Yany Díaz (El Kentubano, edición 139, marzo 2021)

Llegó a Louisville en el año 1977 procedente de Bogotá, Colombia. Con una esposa y dos hijos, salió un día en el carro de su hermano con un mapa de papel a buscar trabajo por toda la ciudad. Lo recibieron en Aluminio Reynolds y allí sentó las bases para humildemente enfrentar todos los obstáculos que como emigrante podía depararle el futuro.

Para Cesar Vanegas, sus sueños nunca fueron pequeños, para luchar y salir adelante. Convertido hoy en una cátedra de los emprendimientos latinos en la ciudad de Louisville, sus anécdotas bien pueden dar fe de lo que significa crecer y progresar a base de esfuerzo y sacrificio. Su mejor fruto es INTEC Building Services Incorporated una compañía encaminada hacia el sector de los servicios que ha ganado y mantenido el reconocimiento y prestigio por varias décadas.

Sr. Vanegas, ¿cómo nace la idea de crear una compañía de limpieza?

“Con la llegada de mi tercer hijo Julio, pues mi esposa y yo decidimos emprender nuestra propia compañía. Mi primer cliente fue mi hermano, él me regaló mi primer set de limpieza. Aún conservo mi primer invoice de Junio de 1983. La clave siempre ha estado en ganar esa confianza del cliente con nuestro trabajo y de las primeras cuentas en la zona industrial, limpiando fábricas, pasamos a hacer nuestro trabajo en la tienda K-Mart de New Albany y poco a poco fuimos creciendo hasta llegar a lo que es hoy.”

Sr. Vanegas, por más de tres décadas ha logrado mantener su compañía y sigue funcionando como el primer día.

“Nuestra máxima ha sido y es: la honestidad y la integridad, ante todo. Eso es lo que soy yo, es lo que es INTEC. Se trata de hacer las cosas bien en nuestro trabajo, aunque nadie te esté observando. Es la única forma de ser confiables en lo que hacemos y de ganarnos el respeto por más de 30 años. Construir una compañía solo requiere de eso y de mucho sacrificio”.

Con su compañía también ha creado una fuente de trabajo para la comunidad.

“Me enorgullece que podamos contar con un 70 por ciento de empleados de varias minorías y que algunos lleven muchos años con nosotros. Colaboramos también con la comunidad emigrante como parte del consejo directivo de La Americana. Todos nuestros empleados son importantes y nuestra misión es ayudarlos cuando tienen cualquier problema. Ellos saben que estamos ahí para ellos”.

Precisamente el 2020 fue año difícil para todos, ¿Cómo salió adelante su compañía?

“El 2020 fue un año duro, lo fue para todos, para cada familia y para la economía en general. Lo que obligó a varias compañías a reinventarse. Nuestros empleados fueron reabsorbidos por otras cuentas y mi hijo se ha encargado de reubicarlos en otros puestos de trabajo.”

Curiosamente ha sido ese hijo pequeño quien ha seguido sus pasos ¿cierto?

“Mi hijo Julio César ha sido de los tres quien se ha hecho cargo de la compañía y la ha llevado a los nuevos tiempos. Mis tres hijos nos han hecho sentir orgullosos a mi esposa y a mí, se han convertido en profesionales y han valorado cada uno de nuestros esfuerzos. En el caso de JC él tiene una visión moderna y muy humana de hacia dónde encaminar a la compañía. Tiene ideas muy frescas y sobre todo es muy preocupado con los empleados. Yo siempre le enseñé a hacer las cosas mejores y el aprendió viéndome trabajar. Si hay algo que siempre he tenido presente es que mis empleados son mi familia. Los quiero como un padre a sus hijos y mi hijo es para ellos un hermano. Me enorgullece que cuando yo no esté eso va a continuar así.”