Rostros locales: Juan Hernández, de la vieja guardia kentubana

El Kentubano, exaltando, reconociendo, y aplaudiendo las buenas obras y a los líderes de nuestra comunidad

Serie de artículos honrando a los fundadores d ela comunidad cubana de Kentucky.

Conversar con Juan Hernández es todo un lujo. De sus palabras se puede beber la historia de nuestros orígenes en este estado. Aún transmite la emoción de aquel jovencito tímido que a principios de los 60, y huérfano de padre, se vio obligado a huir de un país recién tomado por un sistema perverso, el Socialismo. Aunque fue previsor de la pesadilla que llegó con la llegada de los ineptos barbudos al poder, jamás se imaginó en lo que se iba a convertir esa sufrida patria, ni mucho menos que, medio siglo más tarde miles de compatriotas siguieran su camino.

Sin embargo, lo que pudiera ser una historia triste se convirtió en una vida de ejemplo y superación que lo convirtieron en un referente de la comunidad que somos hoy.

Juan, ¿Cómo fue ese momento en el que llegó a este país?

Yo nací en el poblado de San Antonio de las Vueltas, cerca de Caibarién, en la provincia de Las Villas. Tenía 16 años cuando vine a este país en un vuelo de Pan American Airlines, una semana antes de la Crisis de los Misiles. Mi madre se quedó en Cuba y pudo venir un tiempo después. Aquí me recibieron mis tíos y luego me trajeron a Kentucky.

¿Cómo fueron los inicios?

Fueron duros, pues tuve que adaptarme a una cultura y un idioma que no era el mío, aprender desde cero en la escuela y gracias a mi primo que ya llevaba algún tiempo aquí y tenía amigos, comencé a sentir este Estado como mi hogar. Te puedo decir que sí fue duro, pero una experiencia muy grande.

¿En esa época, habían llegado cubanos a Kentucky?

Bien pocos. Uno de ellos fue el Dr. Isaac Maya, quien llegó aquí con la ayuda de la Asociación Judía. En los años 1963,1964 y 1965 comenzaron a llegar más cubanos y creamos un club. Allí nos reuníamos como una gran familia, no solo a recordar nuestra patria, sino también a jugar pelota, entre otras actividades. Nos ayudábamos a iniciar en este país. Los primeros que llegamos nos tocaron abrir las puertas a los que llegaron después y ayudarnos entre todos.

Juan, han sido seis décadas en las que creó una familia hermosa…

Con el tiempo me casé con una mujer maravillosa, a la que he unido mi vida para formar esta familia. Tengo una hija que es americana, pero que se siente tan cubana como si hubiera nacido en la Isla. Yo siempre le enseñé sobre sus raíces, nuestra cultura y sobre la comida cubana. Yo siempre le preparo el arroz con pollo “a lo cubano”, ese es su plato preferido. En mi casa se toma el café al estilo cubano. También nos gusta visitar mucho los restaurantes cubanos, en especial el Havana Rumba. Allí no sólo nos gusta el ambiente, sino que también se puede sentir ese pedacito de Cuba.

Debió ser bien difícil adaptarse a la cultura americana, pues en esa época no existían mercados cubanos en Kentucky, ¿cierto?

Puedo decir con orgullo que yo fui el primer cubano que vendió comida cubana. Tenía una tienda en mi casa y la traía desde Chicago, los frijoles enlatados, por ejemplo, entre otros productos que se asemejaban a los que teníamos en Cuba. El grupo de cubanos de acá esperaba esos productos con ansiedad pues en aquella época esos productos hispanos eran muy difíciles de conseguir, no es como hoy día que se pueden comprar hasta por internet.

Con el paso de los años la Comunidad cubana en Kentucky ha crecido a pasos agigantados. ¿Qué consejo les daría a las nuevas generaciones?

Me siento orgulloso de los cubanos que están aquí, porque son trabajadores, emprendedores y han abierto negocios prósperos, han salido adelante ante las adversidades y han logrado triunfar. Mi consejo para las nuevas generaciones es que respeten siempre las leyes. Este es un país que nos abrió las puertas, nos ofreció refugio y nos permite vivir con lo más grande que puede tener un ser humano que es LA LIBERTAD. La misma libertad que la tiranía nos arrebató. Aquí hemos crecido y debemos honrar todo lo que hemos recibido.

Por Yany Díaz (El Kentubano, edición 160, diciembre 2022)

Leave a Reply

Your email address will not be published.

WP Radio
WP Radio
OFFLINE LIVE