Saúl García: Recordando a un líder de nuestra comunidad e inspiración para los latinos
Este fin de semana en el estado de Kentucky, se desarrollará la tradicional celebración que sirve de antesala al Derby y no puedo evitar recordar a uno de los latinos y mexicano más orgulloso de sus raíces que en mis años como periodista he podido conocer: Saúl García.
El año 2021, en plena pandemia, unas semanas antes de su desaparición física, pudimos realizar la que talvez fue su última entrevista. No puedo decir que fue una entrevista, fue una lección de vida.
“Mantenga la fe y nunca renuncie a sus sueños”, me dijo. Precisamente porque cada una de las palabras que usted va a leer, será contada desde la visión de dos emigrantes. Talvez no imagino la impronta y el legado que dejaría en esta ciudad, pues durante varias décadas fue uno de los latinos más exitosos e influyentes de Louisville.
Saúl García, tenía 19 años cuando dejo atrás a su natal Jalisco, en México, para aventurarse a llegar a los Estados Unidos. Su historia representa la de millones de emigrantes. Sus éxitos, la continuidad de un sueño que llego a sus hijos y la inspiración latente para cada uno de los emigrantes de este país. De esa última conversación guardo gratos recuerdos y aunque lamentablemente no pudo leer la entrevista publicada en la edición impresa de El Kentubano de febrero del 2021, cada de una de sus palabras y de su historia merecen recordadas.
“Yo crucé a los Estados Unidos en el año 1987. Pase nueve días perdido en el desierto de Arizona”, me contó.
¡Nueve días! ¿Pensó alguna vez en virar hacia México en ese tiempo?
“Si, sentí miedo, hubiera sido más fácil tratar de entregarme y regresar a atrás, pues estaba expuesto a grandes peligros en el desierto y podía morir. Pero no, yo sabía que debía continuar. Mi historia es por la que pasan miles de emigrantes. Cuando dejas atrás a la familia no sabes si vas a regresar o vas a ver nuevamente a tus padres. Yo en esa situación no me iba a rendir, era mi orgullo el de no regresarme para atrás y decirles a mis padres: no pude. Yo creo que fue eso lo que mantuvo vivo y me ha llevado a salir adelante. “
Llega en 1987 y algunos años después crea su propio negocio.
“Primero tuve que trabajar muy fuerte desde abajo, en donde existiera una oportunidad, de sol a sol. Así pude traer a mi familia. Con uno de mis hermanos, cuando tuvimos lo necesario creamos nuestro propio negocio, un restaurante al que llamamos Los Aztecas. Luego durante un tiempo llegamos a tener varios restaurantes, con el paso del tiempo decidimos deshacernos de algunos y hoy manejo uno que se encuentra en el centro de la ciudad de Louisville.”
Es importante reconocer que usted no solo se ha centrado en crecer sino también en ayudar a otros emigrantes.
“Trabajamos muy duro para llegar hasta aquí y alcanzar una meta, pero no hay nada más importante que nuestros sueños y sin sacrificio no es posible lograrlos. Cuando ayudas a un emigrante siempre te queda la satisfacción que estás ayudando a salir adelante a un hermano, a tu familia. No importa si después existe agradecimiento, tu corazón te dice que has hecho algo bueno y esa es la mejor recompensa”.
Pocas personas conocen que usted es “un guerrero de la vida”.
“Me he sobrepuesto a dos tipos de cáncer en los últimos años. He tenido que comenzar, he tenido que sacar fuerzas cuando crees que ya no te quedan. Pero he salido adelante, sigo siendo ese mismo sobreviviente que vino a este país, que cruzó un desierto y no se rindió. Y ese es mi consejo para cada una de las personas que llegan aquí: luchen por salir adelante, nadie dice que es fácil, es un camino muy duro, pero jamás renuncien a sus sueños ¡Constrúyanlo!
Hoy es cinco de mayo y El Kentubano ha querido rendir merecido homenaje a uno de los líderes de nuestra comunidad.