Deporte local: Los puños campeones de Maikel Osorio
Los puños campeones de Maikel Osorio
Por Yany Díaz, edición 109, El Kentubano agosto 2018
Sube al cuadrilátero y se adueña en segundos de la situación, analiza su oponente y esquiva con sus reflejos cada uno de los golpes, saca su derecha desde atrás y de pronto suena la campana. Le alcanzan una bandera de Cuba que con orgullo alza. Desde la grada su familia aplaude, la de aquí y la que está allá, que por imo vive con intensidad y euforia las peleas del muchacho. Maikel Osorio Ramos, tiene solo dieciséis años y está llamado a convertirse en una de las promesas del boxeo en la ciudad de Louisville, Kentucky, donde en la pasión por este deporte ha cobrado fuerza a partir del impulso de uno de sus hijos, el gran pugilista Mohamed Alí.
Osorio llegó al país el 30 de diciembre del 2006, siendo apenas un niño, con su mamá y se establecieron en esta ciudad con su hermano mayor, principales impulsores y apoyo fundamental en la carrera del joven camagüeyano. “Lo motivó al boxeo su hermano, que siempre estaba entrenando kárate y veía mucho este deporte con él -nos cuenta Miurka Ramos- un día dijo: quiero boxear. Buscamos donde entrenar y allí ha ido progresando gracias al entrenador que le tuvo paciencia y dedicación, el señor Abdullah Aminov. En la familia todos lo apoyamos desde sus abuelitos en Cuba que por imo ven la pelea, hasta su hermano que vive en Tampa, quien viene con sus dos bebés y su esposa a apoyarlo:”
La madurez que demuestra y la responsabilidad le han valido la victoria en 4 combates. “Su entrenador y nosotros estamos muy orgullosos de él, siempre que termina un combate me dice: lo logramos y voy por más. Su hermano es su ídolo, a él le manda todos los días su entrenamiento en video para que lo corrija en cualquier fallo que tenga”. Apoyar a su hijo en su sueño de convertirse en un deportista profesional es el mayor anhelo de esta familia, que con esfuerzo invierte en el talento de Maikel, al que han inculcado los valores de la sencillez y la humildad, a lo que suman la disciplina y el sacrificio, uno de los ingredientes necesarios para labrarse un camino en el boxeo.