Locales: Gilda’s Club brinda apoyo a familias que viven con cáncer
Gilda’s Club brinda apoyo a familias que viven con cáncer
(El Kentubano, edición 117, abril 2019)
En abril de 2017, a Lucie Howe, de 36 de edad y 26 semanas de embarazada, le diagnosticaron con cáncer. No sería de más decir que a Lucie y a su esposo Rodolfo les resultó chocante.
«Estábamos muy preocupados por mí y por el bebé» dijo ella.
Tratamiento complicado
Era necesario que ella comenzara tratamiento enseguida, aunque sólo estaba en el segundo trimestre de su embarazo. Howe, que ya era madre muy ocupada de un niño de siete años y otro de dos, inició quimioterapia de espectro amplio. «Fue tan difícil superar los tratamientos de quimioterapia, batallar con el cáncer y llevar el embarazo y los efectos que producía en mi cuerpo todos al mismo tiempo.»
El plan de tratamiento para Howe incluía el parto prematuro de su bebé por cesárea y luego quimioterapia dirigida más intensa después del parto. Los médicos no querían darle esas terapias con el bebé en útero.
Después del bebé
«Ya te puedes imaginar lo agotada que me sentía con tan solo sobrellevarme» dijo Howe. «Apenas nacido el bebé vinieron mi mamá, mi tía y amistades para ayudarme a cuidar a mis niños mientras hacía quimioterapia» dijo.
Pero incluso después de la quimioterapia y radioterapia, a Howe le tocó aguantar más dificultades. Cuando su niño tenía tan solo dos meses, tuvieron que hacerle una mastectomía bilateral. «Me fue muy difícil la recuperación de mi operación, sobre todo porque no pude levantar a mi bebé ni darle pecho» dijo Howe. «Tenía un infante que lloraba, un niño de dos años y uno de siete años, y todos teníamos que comer. También sufría los efectos secundarios de la quimioterapia y del parto» dijo. Quedaría corto decir que la recién mamá se sentía abrumada. Howe sabía que iba a necesitar múltiples fuentes de apoyo.
Apoyo
El esposo de Howe, Rodolfo Zamora, chileno, es un cirujano ortopédico ocupado del Hospital de la Universidad de Louisville. «El hizo lo que pudo, pero su trabajo es intenso y tiene que estar presente para sus pacientes también.»
«Escuchaba música muy positiva y me rodeaba con gente feliz. Trataba de hacer lo que podía para encontrar el apoyo que necesitaba, porque uno no puede pasar por ese tipo de cosa solo.»
Gilda’s Club
Howe encontró un gran apoyo en Gilda’s Club, donde conoció y conectó con otras familias que habían estado en su situación y que entendían. «En Gilda’s Club, conocimos a otras familias que compadecían. Desde un punto de vista emocional, es tan importante relacionarte con personas que han experimentado el cáncer y que lo han sobrevivido.»
Lucie dijo que, al igual que la mayoría de las familias, el cáncer ha producido grandes impactos económicos en su vida también. Está agradecida por que todos los programas en Gilda’s Club se ofrecen gratuitamente. Además de grupos de apoyo y actividades en la casa club, Gilda’s Club ofrece un descanso del cáncer a través de excursiones sociales. «A veces necesitas distraerte. Necesitas sentir que no estás enfermo, aunque lo estás.»
El campamento estival de Gilda’s Club que se ofreció a su hijo de siete años sirvió de salvavidas para su familia, dice Howe. «Cuando nació el bebé y pasaba yo por tratamiento, fue una ayuda mantenerlo ocupado con algo productivo para que yo pudiera estar en al hospital» dijo ella. A los niños les encanta Noogieland (la sala de jóvenes) y a Lucie y Rodolfo les gusta que cada uno pueda dar y recibir apoyo en Gilda’s Club, rodeados de otras familias que viven con cáncer.
Fe y responsabilidad
Howe dijo que su fe y su familia le ayudaron a superar sus dificultades. «Pienso que de una forma fue una bendición tener niños pequeños porque no podía dejarme llevar por las emociones oscuras, porque siempre tenía que estar alimentando a un bebé. Tenía tantas cosas que hacer. No me quedaba tiempo para el cáncer.»
Hoy, el cáncer de Howe está en remisión y su familia anda bien. Sus tres muchachos, Gabriel, 8; Lucas, 3; y Vincent, 20 meses están sanos. «Pienso que nadie logra superar el cáncer ileso» dijo Howe. «Es una cosa dura, y serás superviviente por el resto de tu vida, pero creo que estoy lo más bien posible.» La mamá de tres hijos y maestra de español dijo que a ella y a su esposo les encanta Louisville y sus trabajos, y hace poco compraron una casa cerca de la escuela de sus niños.
«Me encanta mi vida. En todo caso, me ha enseñado que la vida es breve, así que sería mejor que hagas lo que quieres hacer. Disfrutar cada día, no quejarse de lo intrascendente» dijo.
Howe está agradecida por Gilda’s Club. «Es un lugar realmente acogedor. Me alegra tanto contar y seguir contando con Gilda’s Club. No sé qué habríamos hecho sin él. Han sido una segunda familia para nosotros.»
