Mgteatroproject: Louisville abre sus puertas a la magia de los títeres
Cuenta la leyenda que los titiriteros solo necesitan público y camino, que en sus manos los títeres y marionetas cobran vida. Cada titiritero trabaja con magia. Si, la magia de atraparnos con sus maravillosas historias y trasladarnos a un mundo de fantasía donde los finales siempre son felices. Miguel (Miki) Galban y Alys Alfonso tienen también parte de esa magia, la que usan cada día con su arte y que por muchos años ha marcado la infancia de miles de niños, no solo en Cuba sino también en el resto del mundo.
Esta pareja de artistas de las tablas ha llegado a Louisville, Kentucky para sentar las bases y continuar uno de sus últimos proyectos.
¿Cuándo comienza Miguel a interesarse por el arte?
Para contestar la pregunta de cuándo me empezó a interesar el arte tengo que contestarte con una respuesta muy tópica y típica: siempre me interesó el arte. Cuando estaba en la barriga de mi madre visité casi todas las provincias de Cuba. En mi gestación me amamantó el amor, la disciplina, la constancia de mi madre por el teatro para niños. Nací en un pueblo llamado San Juan de los Remedios, en la provincia de Villa Clara, Cuba y no sé por qué, pero ese lugar tiene magia, a veces para bien a veces para mal, pero no cabe duda de que se respira un aire muy místico. Me crie entre adultos que jugaban con los niños. Mis amigos eran los títeres.
Alys, ¿cuándo comienza a interesarte el arte para los niños?
Comencé desde bien pequeña en varias compañías infantiles y a los 15 años entré en la Escuela Profesional de Arte Samuel Feijoo de Villa Clara, sin dudas cuatro años inmensos, volvería a repetirlos con los ojos cerrados una y otra vez, cuando terminé mis estudios comencé a hacer mi servicio social en el Mejunje con el cual estuve vinculada como actriz profesional durante 5 años. Guardo tanto dentro de mí, de esos días, de esos ensayos, de ese descubrimiento del mundo profesional con aquellos ojos que se querían comer el infinito y actuar en todos los escenarios del mundo.
Miki, ¿cómo marcó su infancia ser hijo de Fidel Galban, una de las figuras sin dudas imprescindibles del teatro infantil cubano?
No cabe dudas de qué mi padre fue un hombre excepcional. Sentía un gran respeto y amor por el arte, en toda su inmensidad. Amaba lo bien hecho, defendía totalmente la integridad y la moralidad del arte, vivió para el arte. Ser hijo de él fue y es una gran responsabilidad, no te puedes imaginar el listón tan alto que tanto mi hermano y yo tenemos en cuanto a calidad y responsabilidad por el arte. Mi padre, y lo digo con todo el orgullo que siento, es uno de los principales escritores de teatro para niños de Latinoamérica. Más de cuatro generaciones de cubanos crecieron con sus obras, más de cuatro generaciones de actores y actrices para niños salieron de sus manos. Mantuvo un programa de televisión dirigiéndolo y escribiéndolo durante casi 20 años: “De Caramelo”. Ser hijo de alguien así es vivir orgulloso eternamente, es pensar siempre: ¿cómo lo hubiera hecho papá? Pero te robo unas líneas para hablarte también de mi madre, Maritza Fara del Val Morales: una mujer increíble, actriz de teatro y televisión, una madre capaz de repartir el tiempo entre su pasión y sus hijos sin que mediara ni el más mínimo desbalance. Mamá es una excelente tiritera, con una capacidad innata de desarrollar varias voces, recuerdo la voz del niño que era perfecta.
Alys, ¿es fácil trabajar para los niños?
El arte para niños, bueno, te cuento que mi obra de tesis fue para niños y aunque llevaba en repertorio otras 4 obras para público adulto, me enamoré del trabajo para niños, allí nació Momo y hasta los días de hoy es un personaje con el que llevo trabajando cerca de 11 años. Siempre me gustaron los títeres, es un juego que me encanta jugar, ponerle movimiento, voz, ritmo, traerlos a la vida y ver su nacimiento. ¿Qué, si soy titiritera?, No, creo. Es un arte muy difícil y respeto mucho el arte. Soy una actriz que juega con títeres.
Cuéntenme de este nuevo proyecto que tienen
“Momo y sus amigos”, es un programa en vivo por las redes sociales, surge como una necesidad del público y de nosotros mismos. Yo creo que realmente los más valientes de esta pandemia han sido los niños. Nuestros pequeños de casa sufrieron un encierro de muchos meses, han sufrido la presión económica de la propia familia, han sufrido una realidad que nunca habían vivido por la televisión, por la radio Y muchas veces sin querer nuestro estrés ellos lo han vivido también. Pero han sido muy valientes.
Si me permites, hago un llamado a aquellos negocios que se dediquen a la venta de productos para niños o hacia la familia, que quieran participar apoyando este sueño de “Momo y sus amigos” y promocionar sus ventas a través de nuestra plataforma con más de 10 mil usuarios, comuníquense con nosotros mediante nuestro Facebook mgteatroproject.
Por Yany Díaz, El Kentubano (edición 148 noviembre 2021)
Exaltando, reconociendo, y aplaudiendo las buenas obras y a los líderes de nuestra comunidad…