Rostros locales: Jackeline Velázquez, una voz lírica que dejó huellas en la escena cubana

El Kentubano, exaltando, reconociendo, y aplaudiendo las buenas obras y a los líderes de nuestra comunidad

Conversar con Jackeline Velázquez – o Jackeline Vell como la conocemos los cubanos- es un privilegio. Corrían los años 2000 y en la radio universitaria nos agrupábamos para escuchar las canciones de mi entrevistada, verdaderos iconos de una generación que disfrutaba de las buenas composiciones. Con su disco “Mírame”, marcó un antes y un después en la sociedad cubana, e inmediatamente su voz y su imagen se convirtieron en parte de la campaña de respeto e inclusión de las personas con VIH en toda la Isla.

Jackeline, ¿cómo fueron tus inicios artísticos?

Yo crecí admirando a las grandes figuras del arte cubano como Esther Borja, por ejemplo. Disfrutaba viendo los programas de televisión Álbum de Cuba, Colorama, entre otros. Con tres o cuatro años yo le decía a mi mamá que yo quería ser cantante lírica, y ponía la voz como soprano. Fue bonito, porque cumplí mi sueño. Luego me gradué del Conservatorio en la especialidad de Canto Coral y continué mis estudios de Canto Lírico en el Instituto Superior de Arte (ISA) en La Habana. Una vez graduada formé parte de la compañía lírica Rodrigo Prats y del Orfeón, ambos de la provincia de Holguín, desde 1998 hasta el año 2001.

¿Quién te dio la primera oportunidad?

Una de las primeras personas que me dio una oportunidad siendo una adolescente de apenas 14 años fue el gran maestro Raúl Camayd, reconocido como director del Teatro Lirico de la ciudad de Holguín. Camayd confió en mí y tuve el privilegio de recibir sus consejos y los de su esposa. Yo me siento orgullosa de haber conocido a esos grandes artistas del canto lírico en Cuba. Ya cuando estaba estudiando en La Habana, el maestro Miguel Patterson me dio la posibilidad de ser solista de la Orquesta del Instituto de Radio, Cine y Televisión (ICRT) y ser parte de muchísimos eventos y festivales. Fueron muchos los que me ayudaron y quiero darles las gracias porque fueron parte de mi carrera profesional y sin ellos no hubiera sido posible vivir cada uno de esos hermosos momentos.

Has sido una artista muy versátil en tu carrera, ¿cierto?

Me siento agradecida con todos los que me brindaron la oportunidad de compartir producciones musicales, ya fuera desde los coros con el Buena Vista Social Club, con la vedette Rosita Fornés, o para compartir los escenarios con excelentes grupos musicales. Hacia ellos siento un profundo respeto, porque disfruté cada uno de esos momentos. Pude interpretar géneros que iban desde el jazz hasta el pop rock.

Tu música ayudó a transmitir un mensaje a la sociedad cubana, pues existían tabúes en cuanto a los enfermos de VIH

“Gente auténtica” fue un tema musical con un significativo mensaje social a los enfermos de VIH SIDA. Existía mucha desinformación y rechazo hacia los portadores de esta enfermedad. Fue importante en ese momento visualizar que son seres humanos y que la enfermedad no se trasmite por un abrazo o por compartir espacio.

En la cúspide de tu carrera decidiste tomar una decisión importante y el público cubano extrañó la voz de Jackeline Vell. ¿Qué pasó?

En el 2009 se hizo el lanzamiento de mi disco de pop rock “Mírame” y no pude terminar las promociones pues en ese momento presenté los papeles de mi visa para viajar a los EEUU a reunirme con mi esposo. Yo sabía como funcionaban las cosas en Cuba, y en ese momento no era secreto que a partir de que comunicara oficialmente mi decisión me tenía que salir del Ministerio de Cultura. Eso solo sucede en el país donde nací, donde el sistema político no funciona y oprime al pueblo.

Al público que siempre me apoyó les presenté mis respetos y mi talento, pero si, aunque extraño mucho cantar no me arrepiento de la decisión que tomé, porque el momento más maravilloso que viví no fue encima de un escenario, mi premio más grande fue sostener en brazos a mi hijo, quien es hoy mi mayor tesoro y el motor impulsor de cada uno de mis días. Aquí en Estados Unidos tuve la oportunidad de formar parte de Frech Caravan, un pequeño grupo de jazz francés y con ellos tuve la oportunidad de colaborar con Gloria y Emilio Estefan.

Proyectos futuros

Me mudé para la ciudad de Louisville y aquí me siento a gusto con la comunidad, trabajo en un Daycare para adultos donde comparto experiencias maravillosas con abuelos y abuelas de la tercera edad. Desde hace algún tiempo mi prioridad ha sido enfocarme en otras facetas profesionales y estar presente en la vida de mi hijo. 

Por Yany Díaz, El Kentubano (edición 164, abril 2023)

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