Deporte local: Rigoberto Trujillo, “al judo entregué mi vida”
Por Yany Díaz, El Kentubano edición 118, mayo 2019
Los cubanos lo recuerdan con su kimono, defendiendo los colores de su bandera hace algunos años. Una destreza en el tatami no solo lo han hecho acreedor de numerosas preseas sino el respeto ganado como capitán del equipo nacional de judo cubano por allá por los años 2000.
Rigoberto Trujillo, es una persona humilde, lo constato al conversar con él. Desconocedora por completo del ámbito deportivo, no imaginaba que detrás de esa voz, se encontraba el mismo que sobre su pecho portó 5 medallas en Juegos Panamericanos.
“Crecí en un pueblo de Las Tunas llamado Colombia. Comencé a visitar un área especial de judo a la edad de 10 años. Debido a mi tamaño, fui captado para la Escuela de Iniciación Deportiva (EIDE). Yo no podía darme cuenta de nada de esto ya que era un niño, pero si estaba muy interesado en entrenar algún deporte de combate para crecer en buena forma y tras una larga trayectoria llegue a ser miembro del Equipo Nacional de Judo de Cuba. Me esforcé muchísimo, cumplí con todo lo requerido como atleta enfocado en representar a mi país a nivel internacional. En el año 1997 después de obtener medalla de oro en el Campeonato Nacional Juvenil y bronce en el campeonato Nacional de Mayores paso a ser miembro del Equipo Nacional con sede en el Cerro Pelado donde pasé los siguientes 7 años de mi vida.”
¿Cómo eran los entrenamientos?
“Los entrenamientos eran bien fuertes con mucha variedad de ejercicios para ganar fortaleza física y resistencia, además de perfeccionar las técnicas de judo como arte marcial de origen japonés. Entrenábamos tres sesiones al día. Una dedicada al judo como tal, otra para lo físico y la tercera otra vez al judo, pero ya enfocado en las técnicas más usadas por cada atleta. O sea, la que escoges desde que inicias, te sientes más cómodo con ella y es la que mejor se te da por decirlo de alguna manera.
Dentro de los torneos internacionales están las medallas de Bronce Gran Prix de Austria 2001, Oro Torneo TRE TORRI en Italia 2001, Plata Torneo Guido Sieni, en Italia 2001, y el quinto lugar Copa del Mundo Múnich Alemania 2001.”
¿Qué sucedió después?
“Mi gran decepción como atleta de alto rendimiento fue no participar en las Olimpiadas de Atenas 2004. Me gane un puesto. Clasifique por todos mis resultados, pero Cuba no me llevo ya que el presupuesto no alcanzaba para todo el equipo. No te imaginas la repercusión que tuvo esto en mí. ¡Te preparas por 4 años! Esto sumado al arrastre de mis lesiones, principalmente la rodilla me llevó a retirarme del deporte activo. Te vas con gran pesar. Dejas atrás compañeros de equipo con los que compartiste mucho tiempo y tengo que hacer referencia también a mi entrenador Justo Noda puedo llamarlo amigo y padre. En 2007 recibí una invitación para ir a entrenar a Honduras y no lo pensé la verdad. En Honduras permanecimos 5 años y luego mi esposa y yo decidimos venir a los Estados Unidos. “
Como exatleta, ¿cuál es tu opinión del judo cubano?
“Doy gracias a Dios por todo lo que ha hecho en mi vida hasta ahora. Soy un hombre bendecido en muchas áreas de mi vida. Puedo decirte con seguridad que Cuba siempre ha contado con gran potencial en el deporte. Lástima las malas condiciones para desarrollarlo. Es triste decirlo, pero una vez que te retiras en Cuba pasas al olvido, no te dan la más mínima atención en nada y se olvidan de todos los logros que aportaste al país.”
“De judo podría hablarte por horas”, me dice y mientras agradece al país que le abrió las puertas y donde ha formado una hermosa familia y el que tal vez mañana entrene alguno de sus hijos.