Cómo la primera mujer afroamericana millonaria convirtió la adversidad en ventaja

Imagínese haber nacido como afroamericana en Louisiana, dos años después de haber finalizado la esclavitud.

Imagínese haber nacido como mujer en la época victoriana, viuda a los 16 años.

Imagínese que trabaja como lavandera durante la mayor parte de su corta vida, con un (nuevo) esposo que la desanima en sus sueños empresariales.

Imagina que pierdes la mayor parte de tu cabello.

Conoce la vida de Sarah Breedlove, alias Madam C.J. Walker, una mujer que tenía mejores excusas que la mayoría para rendirse, meterse en la cama y dar por terminada su vida.

No lo hizo, y por eso la conocemos como la primera mujer afroamericana millonaria. Partiendo de un entorno difícil y del trauma de la caída del cabello, puso en marcha un imperio del cuidado del cabello que le hizo ganar una fortuna.

El negocio de Walker dio empleo a miles de mujeres negras y su riqueza financió importantes instituciones afroamericanas, desde el Instituto Tuskegee hasta la NAACP. La casa de Walker se convirtió en un centro para los pensadores del Renacimiento de Harlem. Gracias a su riqueza e influencia, ayudó a crear refugios para los afroamericanos en una época de resurgimiento del racismo.

Cómo la adversidad genera innovación

Madam Walker no sólo superó la adversidad: hizo de la adversidad su inspiración. Los demás podríamos aprender de ella.

Walker ya sabía un par de cosas sobre los retos de ser una mujer negra en la Norteamérica del siglo XIX. Su experiencia con la pérdida de cabello le dio una visión aún más personal de las dificultades impuestas a sus compañeras de color. Esto la ayudó a alcanzar la idea empresarial que la hizo famosa.

Como dice el legendario inversionista en startups, Paul Graham: “La forma de conseguir ideas para startups no es tratar de pensar en ideas para startups. Es buscar problemas, preferiblemente problemas que tengas tú mismo… El verbo que hay que usar con respecto a las ideas para startups no es ‘pensar’ sino ‘notar'”.

Los que han visto el sufrimiento a menudo saben mejor cómo resolver el sufrimiento, para ellos mismos y para los demás. Los productos de cuidado de Madam Walker ayudaron a muchas de sus mujeres a sentir la dignidad y la belleza que Walker deseaba.

Pero la adversidad da algo más que una visión. Proporciona la claridad y la motivación necesarias para convertir esa visión en acción.

Tendemos a trabajar más duro cuando conocemos a nuestro enemigo y tendemos a hacernos más fuertes cuando nos entrenamos bajo resistencia. Las personas que han salido de la adversidad suelen ser más valientes, más inteligentes y más hábiles porque se han entrenado en los campos más duros que ofrece la vida.

Aprovecha la adversidad

No todas las adversidades son iguales. Algunas personas experimentan una verdadera injusticia-sufrimiento que puede parecer agobiante.

Algunos pueden sentirse como pesos ligeros en comparación. Pero todos sufrimos. La cuestión es qué haremos con ese sufrimiento.

Aunque Madam Walker no recibió justicia en vida (murió antes del fin de Jim Crow), creó algunas realidades sorprendentes a partir de su adversidad. Tú puedes hacer lo mismo, y puedes empezar con cualquier desafío, no importa el tamaño.

Identifica tu problema

¿Qué es lo que te ha frenado, te ha marcado o simplemente te ha molestado? Una vez que lo sepas, podrás convertirlo en tu inspiración.   

Empieza a “notar”

¿Qué es lo que te ha hecho diferente de esta experiencia adversa? Puede que te des cuenta de que tu adversidad te permite ver cosas que nadie más ha notado, al igual que Walker pudo ver, través de su propia pérdida de cabello, y pudo construir un imperio del cuidado del cabello.

Tal vez hayas vivido cerca del umbral de la pobreza, pero puede que esa experiencia te haya dado justo lo que hace falta para enseñar habilidades financieras. Tal vez hayas sufrido problemas de salud, pero quizá haya visto cómo los hospitales podrían hacer que los pacientes se sintieran más a gusto.

¿Qué mejor fuente de innovación que resolver tu propio problema?

Entonces, enfádate

Personifica tu adversidad. Imagina un matón al que debes vencer, o un crítico al que debes silenciar. Con cada acción que realices, silenciarás a ese crítico y pondrás los músculos del matón a trabajar para ti. No dejes pasar tu adversidad hasta que te sirva. Tu propia revolución comienza cuando tu adversidad se convierte en tu ventaja.

Tu adversidad y las del mundo

La mayoría de las clases de historia infravaloran la importancia del legado de Walker y sus dones a las primeras instituciones de la cultura afroamericana y los derechos civiles. En la historia de Madam Walker vemos no sólo cómo superó su propia adversidad, sino también cómo la innovación desempeñó un papel en la igualdad social en Estados Unidos. La adversidad y la innovación comparten hoy la misma relación. Y si te enfrentas a tu propia adversidad con la valentía de Madam Walker, quizá te sorprendas cómo puedes ayudar a resolver también los problemas en el mundo.

Por James Walpole, fee.org.es

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