Los estadounidenses han perdido la fe en las universidades de prestigio

Desde hace años muchos comentaristas, analistas y articulistas de medios tan reconocidos como el Wall Street Journal sostienen que las grandes universidades de prestigio de EEUU, o Ivy leagues, entraron en una deriva ideológica que las alejó de la excelencia academia y las acercó al activismo político e identitario. La denuncia ya no viene, ni siquiera, del ala conservadora de la política americana.

Más recientemente, y a propósito de la misma polémica sobre el antisemitismo, dos importantes comentaristas demócratas, Fareed Zakaria y Bill Maher, criticaron con fuerza la deriva de las Ivy league.

“Las mejores universidades de Estados Unidos deberían abandonar su larga aventura política, centrar su atención en sus puntos fuertes y recuperar su reputación como centros de investigación y aprendizaje”, dijo Fareed Zakaria en un editorial en su programa de CNN.

Fareed Zakaria cita una encuesta de Gallup que revela la súbita caída de la popularidad de las universidades. De acuerdo con la encuesta, en el 2013 el 73% de los americanos consideraba muy importante a las universidades. Esa cifra cayó a 41% en el año 2019.

Un sondeo del Pew Research Center, del 2018, arrojó que el 61% de los americanos consideraba que las universidades de prestigio iban en la dirección equivocada, mientras que solo el 38% creía que estaban haciendo lo correcto. Con respecto a los americanos que aplican a las universidades, el número cayó del 70% en el 2017 al 62% en el 2023, de acuerdo con un trabajo del New York Times.

Esto, como explica Fareed Zakaria, ya no perfila a Estados Unidos como un país a la vanguardia académica en el mundo. El comentarista explica que, en gran parte, estas cifras se deben a que, debido a la obsesión ideológica e identitaria de las Universidades, ya las casas de estudio no son lugares amigables para todos los pensamientos y las comunidades.

Amén de no herir sensibilidades, ahora las universidades tratan de no reprobar a sus alumnos. Un reporte reciente del New York Times, reveló que casi el 80% de los estudiantes de Yale sacan “A” en sus evaluaciones.

En esta línea, la mayoría de las universidades de prestigio han desarrollado prácticas para proteger las emociones de sus estudiantes. En consecuencia, como escriben Greg Lukianoff y Jonathan Haidt en The Atlantic, las casas de estudio han establecido “códigos de discurso” que prohiben la utilización de palabras o expresiones que algunos estudiantes o comunidades podrían considerar ofensivas.

Citando al activista Van Jones, Zakaria dice: “Las universidades deberían de ser lugares seguros físicamente, pero inseguros intelectualmente”.

Fuente: voz.us

Leave a Reply

Your email address will not be published.

WP Radio
WP Radio
OFFLINE LIVE