Haydee Pérez: No hay límites para entregar el corazón
El Kentubano, exaltando, reconociendo, y aplaudiendo las buenas obras y a los líderes de nuestra comunidad…
“Una sola persona puede marcar la diferencia”, reza un viejo proverbio. Palabras que bien pueden definir a mi entrevistada. Quienes la conocen no solo se refieren a ella con frases de agradecimiento, sino que la recuerdan estando allí, en cada acto de amor y bondad que se realiza para la comunidad hispana en Louisville. Precisamente porque la vida la enseñó a agradecer y compartir, cuando arribó a este país hace 17 años, es que hoy se siente satisfecha de todo lo que ha logrado. Tras una larga y esperada conversación no puedo dejar de admirar a Haydee Pérez, por la nobleza y la humildad que desprenden sus palabras.
El pasado mes de abril se cumplió un aniversario más de su llegada a este país, cuando miras hacia atrás y ves lo que has logrado, ¿qué sientes?
Orgullosa por tanto esfuerzo, por los frutos que he tenido, por mis hijos, por mi familia, pero también por cada persona que he ayudado desinteresadamente, cada madre con niños con necesidades especiales que he podido orientar y guiar. Cuando yo vine a este país lo hice con mi esposo, mi niño y embarazada de 38 semanas. Llegando a Louisville se me presentó el parto. Imagínate que en aquel entonces no había muchos intérpretes médicos en los hospitales, lo duro que fue para mi ese momento y en lo sucesivo lo desafiante que fue salir adelante y abrirme camino.
En algún momento llegan a tu vida dos personas que son consideradas pilares de esta comunidad latina en Louisville, ¿Quiénes fueron?
Sonríe- Consuelo y Pepe Vila. Dos hermanos que para quien no los conozca han sido alma y soporte en esta comunidad. Los conocí a través de otra excelente persona que es Midalis Nápoles y ciertamente con ellos aprendí tanto, que no creo que me alcanzarían las palabras para describirte las acciones humanitarias que ellos realizaban para el recién llegado o el que necesitaba ayuda, de la nacionalidad que fuera. Son tantas las anécdotas de Pepito que existen, que te puedo contar que creo que no hay como agradecer a este ángel lo que ha hecho por tantas personas. Él ha sido mi ejemplo porque me enseñó a estar dispuesta a ayudar a los demás y no sabes la satisfacción que eso puede dar. Yo le digo a Pepito: “cuando usted muera se va a ir al cielo sin quitarse los zapatos”, es tan sencillo que no tiene nada para sí.
Precisamente me comentabas que ese ha sido su trabajo en los últimos años
Yo estudié enfermería en Cuba. Aquí sí he tenido la oportunidad de trabajar y ganar en experiencia en Seven Counties Services, donde conocí a personas maravillosas y adquirí una experiencia muy grande proveyendo a la comunidad información acerca de los programas que existes para niños con necesidades especiales. Este país ofrece mucha ayuda a los padres que en ocasiones muchos desconocen, la posibilidad de trascender más allá del idioma y explicarles que pueden recibir ayuda es gratificante. En estos momentos trabajo para Access Care, con el cuidado de adultos mayores. Es un equipo de varios países muy profesionales y entregados al trabajo.
Haydee, el pasado año en la cuarentena por el Covid-19 no te quedaste con los brazos cruzados, me cuentan.
Dediqué mi tiempo hacer mascarillas, a recopilar ayuda, pude estar en los eventos que realizó la Asociación Cubano Americana de Kentucky (ACAK). Yo me siento feliz de colaborar y de no perder esa esencia cubana, feliz de que siga gustando esa taza de café, de inspirar a mis hijos a ser mejores y de dar todo de mí, no solo en cada evento, sino a cada familia que puedo orientar acerca de los programas de ayuda para niños en este país. No hay límites para entregar el corazón y compartir con los demás, creo que esa es mi misión en el mundo.
Por Yany Díaz, El Kentubano (Edición 142, junio 2021)
Exaltando, reconociendo, y aplaudiendo las buenas obras y a los líderes de nuestra comunidad…