Consejos y ayudas: 3 errores comunes al pintar y cómo evitarlos

3 errores comunes al pintar y cómo evitarlos

Por Cristina Mella, aarp.org (fragmentos)

(El Kentubano edición 116, marzo 2019)

Como sabes bien, nada transforma mejor un ambiente que una mano de pintura. Por eso, si te animas a pintar tú mismo o si contratas los servicios de un profesional, merece la pena informarse y evitar esos pequeños errores que podrían convertirse en grandes consecuencias. Los más comunes tienen que ver con el efecto de la luz, los acabados que quedan mejor en cada cuarto y —aunque no lo creas— cómo poner las ¡manos a la obra!

Couple painting wall

  1. No ignores la luz

Uno de los mayores errores que cometemos al escoger el color de la pared es ignorar la luz en nuestro hogar. Por eso es tan importante que, antes de decidirnos por un color u otro, tomemos en cuenta la orientación que tiene cada cuarto y probemos una muestra del color que estemos considerando en distintas paredes y a distintas horas del día. Si el cuarto que vas a pintar está orientado al norte, la luz natural que recibirá será más fría y se verá ligeramente azulada. Cualquier color que escojas se verá más suave y matizado, así que es tu oportunidad de experimentar con tonos más intensos y luminosos. Prueba con alguna de las variedades de amarillo o blanco.

Los cuartos orientados al sur son los más soleados y los que reciben más luz en el día. Dependiendo de la función del cuarto, quizá quieras compensar con un tono más frío como los que aparecen en la gama de los azulados. Evita los blancos y los tonos demasiado luminosos.

Los cuartos orientados al este reciben más luz por la mañana, cuando ésta tiene un tono amarillento. Los colores pálidos (prueba un tono coral) son mis favoritos para estos espacios.

Los cuartos orientados al oeste suelen verse bañados por la luz de la tarde, con tonos naranjas y cobrizos. Prueba ahí los tonos rojizos y rosados.

También ten en cuenta el tipo de bombillas que usas —por ejemplo, LED, CFL o halógeno— porque cada uno afecta el color de forma distinta.

  1. Pon atención a los distintos acabados

Cada acabado tiene un brillo diferente y es importante que sepas elegir el más óptimo para determinar cuánta luz quieres que refleje la pared, acentuar detalles arquitectónicos o simplemente para facilitar la limpieza.

Aquí tienes una lista de los acabados más comunes y mis consejos para ayudarte a escoger.

  • Mate: La principal característica de este acabado es que no refleja la luz, así que resulta ideal para disimular las grietas, las irregularidades y otras imperfecciones en la pared. No es un acabado fácil de limpiar, así que no lo uses en zonas de mucho tráfico ni donde haya mucha humedad (como la cocina o el baño).
  • Satinado o Eggshell (cáscara de huevo): Como su nombre indica, se asemeja a la textura de una cáscara de huevo y es, sin duda, uno de los más versátiles y populares. Tiene cierto brillo y resulta fácil de limpiar, así que es una buena opción para áreas de mucho tráfico, como la entrada o el cuarto de familia.
  • Semibrillante: Refleja bastante la luz y crea un ambiente radiante, pero acentúa también cualquier imperfección en la pared. Al ser fácil de limpiar, es ideal para cocinas y baños. Úsalo también para las puertas y para destacar detalles arquitectónicos como las molduras.
  • Brillante: Parecido a la laca, éste es un acabado súper resistente (y fácil de limpiar) que refleja al máximo la luz. Suele usarse para añadir brillo y sofisticación a una pared o simplemente para dar protagonismo a detalles como las molduras, los zócalos o incluso un mueble.
  1. Prepárate antes de empezar a pintar

Es importante que te familiarices con estas técnicas sencillas, pero imprescindibles a la hora de pintar ya sea una pared o toda la casa. Te aconsejo preparar el “terreno” antes de comenzar a pintar tomando en cuenta los siguientes consejos.

  • Arregla las imperfecciones. Asegúrate de arreglar las imperfecciones en la pared y de lijar y aplicar un sellador (primer) antes de pintar para garantizar un buen resultado. Además, ten paciencia, deja que la pintura se seque completamente entre una capa y otra, y evita pintar en días húmedos.
  • ¡No vale cualquier brocha! Elige un cepillo o brocha adecuado para cada trabajo y tipo de pintura y notarás la diferencia. Los cepillos de espuma son muy económicos y funcionan bien para retoques y áreas pequeñas en paredes lisas y en buen estado. En cuanto a los cepillos de cerdas, los de pelo natural son mejores para pinturas de aceite y los de cerdas sintéticas son más adecuados para pinturas de látex. Para cubrir grandes superficies, los rodillos son la mejor opción. Los encontrarás con cubiertas de distinto grosor y con texturas que se adaptan a las distintas superficies.
  • Cubre y protege. Las gotitas de pintura seca son difíciles y tediosas de limpiar, para evitarlo cubre con plástico y asegura con una cinta adhesiva al piso y los muebles del cuarto que vayas a pintar. Toma, además, la precaución de tapar con una bolsa de plástico y una cinta elástica los pomos (o picaportes) de las puertas. Si usas cinta de pintor para proteger lo que no quieras pintar o para hacer rayas, no olvides quitarla antes de que la pintura se seque completamente.
  • Cómo calcular sin errores la pintura que necesitas. Al precio que está la pintura, es normal que busquemos ajustar al máximo la cantidad que necesitemos. Pero es mejor poder acabar el trabajo sin interrupciones y tener algo de pintura extra para futuros retoques que quedarse con una pared a medias.

No olvides que un poco de preparación y organización antes de pintar te ahorrará esfuerzo, tiempo y te asegura un resultado brillante.

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