Nace la República de Cuba libre 20 de mayo de 1902

El 20 de mayo de 1902 es una fecha de celebración para la nación cubana, que marca el nacimiento de la República como una democracia representativa. Los cubanos emprendían el difícil camino de desarrollar las instituciones libres (por primera vez en su historia), que aseguraran y protegieran sus derechos individuales, la propiedad privada y la economía de mercado, factores esenciales para el progreso económico, con plenos derechos y libertades individuales, pero una “independencia” degradada por el Artículo III de la Enmienda Platt a la Constitución de 1901, que dio a los Estados Unidos el derecho a intervenir en Cuba: “Para la protección de la vida, la propiedad y la libertad individual”.

Cuba

Hay pocos casos en la historia de Cuba donde un tema ha dominado tan completamente un período como la Enmienda Platt. El efecto ha empañado las importantes diferencias entre libertad e independencia. Para el liderazgo de los Estados Unidos, la Enmienda Platt era una salvaguarda necesaria para la paz interna, la estabilidad política y la seguridad comercial, mientras que, para la mayoría de los cubanos, fue un doloroso golpe para el orgullo nacionalista.

La Constitución de la República de Cuba de 1901 aseguraba a los cubanos los derechos civiles y libertades individuales nunca antes vistos en nuestra historia. ¡El pueblo cubano era libre!  Su Carta Magna garantizaba el disfrute pleno de la libertad.

Con la Nueva Constitución y la Enmienda Platt en vigencia, el general Leonard Wood convocó elecciones presidenciales en Cuba en diciembre de 1901. Máximo Gómez, el querido héroe de la guerra, apoyó a Tomás Estrada Palma, el sucesor de Martí como líder del Partido Revolucionario de Cuba y ex presidente del gobierno en armas durante la Guerra de los Diez Años. Estrada Palma se casó con la hija de un presidente guatemalteco, se estableció en los Estados Unidos en Central Valley, donde fue un respetado maestro de escuela, y se unió a la causa de la independencia de Cuba bajo el liderazgo carismático de José Martí.

El otro candidato fue el general Bartolomé Masó, legendario patriota de la Guerra de Independencia que se unió a Carlos Manuel de Céspedes en octubre de 1868, y fue presidente del gobierno rebelde en 1898. Masó desafió a Estrada Palma y ofreció su candidatura en una plataforma de oposición a la Enmienda Platt.

El 1 de junio de 1901, Máximo Gómez viajó a Central Valley, donde se reunió con Estrada Palma y presentó la idea de su candidatura a la presidencia. Estrada Palma aceptó, y Gómez comenzó a hacer campaña para las próximas elecciones.

La campaña se hizo controversial y violenta; ni siquiera los héroes legendarios se salvaron de diatribas y calumnias.  Mientras hacían campaña en Camagüey y Manzanillo, una multitud enojada, a favor de Masó, atacó con piedras a Máximo Gómez. La mayoría de los cubanos reaccionaron con horror ante el asalto. Era una señal de que, para aquellos fanáticos intransigentes, no había límites en el grado de violencia que eran capaces de desatar contra sus oponentes.

La primera elección de la República fue traumática. Masó afirmó que la Junta Central de Elecciones estaba controlada por sus adversarios políticos y retiró su candidatura. Estrada Palma ganó las elecciones sin oposición mientras aún vivía en los Estados Unidos. No fue un comienzo auspicioso. De hecho, el verdadero ganador fue Máximo Gómez, que realizó una campaña incansable en toda la isla en nombre de Estrada Palma. El presidente electo desembarcó en Gibara, Oriente, y el 20 de abril de 1902 se reunió con Masó en Manzanillo, donde los dos viejos patriotas se abrazaron en un gesto simbólico de unidad.

Había mucha emoción en el pueblo a medida que se acercaba la fecha para la transferencia de poder. Los cubanos entendieron la magnitud histórica. La Constitución garantizaba la libertad.  El 20 de mayo de 1902, la transición del poder político comenzó a desarrollarse. La ceremonia oficial tuvo lugar en el palacio de los antiguos Capitanes Generales españoles, donde el general Leonard Wood transfirió el gobierno de la isla a los cubanos. Después que se bajó la bandera de la Unión Americana, Máximo Gómez alzó la bandera de la Estrella Solitaria de Cuba. En el castillo del Morro, el general Emilio Núñez levantó la bandera de la Nueva República. Con una emoción profunda en sus ojos y su voz, Gómez, una mano firme durante 30 años de heroísmo e inmenso sacrificio, declaró: “Creo que hemos llegado”.

Fuente: Cuban Studies Institute.
* Pedro Roig, Esq. es Director Ejecutivo del Instituto de Estudios Cubanos. Tiene una maestría en artes de la Universidad de Miami y un doctorado en derecho de la Universidad de St. Thomas. Ha escrito varios libros, entre ellos La muerte de un sueño: Una historia de Cuba y Martí: La lucha de Cuba por la libertad. Es veterano de la Brigada 2506.

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