Vuelven a mirar a la frontera porque “volvió la esclavitud”
Demócratas y progresistas decidieron, durante meses, voltear la cara e ignorar la crisis en la frontera porque ahora Biden es el presidente. Los que antes se tomaban fotos llorando frente a las jaulas, enmudecieron en cuanto llegó la nueva administración. Pero ahora volvieron a hablar de la frontera. La razón: la patrulla fronteriza nos ha devuelto a “los días de esclavitud”.
Ni bien llegó Biden a la presidencia, la frontera se llenó de migrantes que pronto desbordaron la capacidad de las autoridades. Durante meses hemos visto imágenes espantosas, incluso de niños de meses abandonados por los “coyotes”, y nada de eso impresionó al progresismo.
Políticos, activistas y periodistas le cuidan la espalda a Biden y son incapaces de hablar de los incentivos perversos que esta administración genera para que miles de migrantes, aun de lugares tan lejanos como Haití, estén ahora acampando en la frontera. Incluso los periodistas callaron cuando esta administración les impidió entrar a reportar lo que ocurría en los centros de detención de migrantes.
Pero ahora ha pasado algo a lo que sí les conviene prestar atención. Con los progresistas no importa el “qué” sino el “quién”. De las cosas terribles que hemos visto durante 8 meses en la frontera no se debía hablar porque el culpable es claramente el Gobierno. Pero unas fotos que se han hecho virales esta semana, vistas de manera rápida y descuidada, parecen mostrar a agentes de la patrulla fronteriza dando latigazos a haitianos negros.
¿Qué han visto demócratas y progresistas? Una oportunidad para desviar la atención hacia el supuesto abuso y racismo de la patrulla. En poco los veremos pedir el desfinanciamiento de la patrulla fronteriza…
La congresista demócrata Maxine Waters ha dicho que los agentes de la patrulla fronteriza que montan a caballo para controlar a los migrantes están tratando de “llevarnos de regreso a los días de la esclavitud y cosas peores que eso”.
Cuando se mira con cuidado los vídeos parece claro que en ningún momento los agentes han golpeado a los migrantes con látigos, de hecho no hay látigos, lo que sostienen son las riendas de los caballos. Pero la verdad no importa. Los progresistas están felices, por fin pueden volver a hablar de la frontera -ya se veía muy raro su silencio- y utilizar el asunto para culpar de todo a las autoridades fronterizas y volver a fingir que les preocupan los migrantes.
Biden no tiene la culpa de nada, es un anciano enternecedor que come helado de choco-chip. La patrulla fronteriza, en cambio, no contenta con no dejar pasar a todos los migrantes, ahora se atreve a frenarlos por la fuerza cuando intentan ingresar de manera ilegal. ¡Vaya nivel de racismo!
Por Vanessa Vallejo, elamerican.com