Rostros locales: Maidel, Ernesto y Yaneisy, la familia de Buena Vida

El Kentubano exaltando, reconociendo, y aplaudiendo las buenas obras y a los líderes de nuestra comunidad

Pedro, María, y Antonio esperan cada mañana que los recojan en la puerta de su casa, no van a la escuela como los niños, sino a Buena Vida uno de los Daycare para adultos que existe en la ciudad de Louisville, un centro lleno de amor, cuidados y entretenimiento donde los abuelos y abuelas desarrollan múltiples actividades que los mantienen activos dentro de la comunidad.

Los cubanos Maidel García, Ernesto Font, y Yaneisy García son parte del equipo que labora en esta institución y hace posible su funcionamiento. Sobre sus experiencias conversan con El Kentubano

¿Cómo es “un día normal” para el equipo de Buena Vida?

Maidel: “Los días en Buena Vida están llenos de amor y retos. El trabajo con el adulto mayor y personas deshabilitadas exige de mucha profesionalidad, pero más que eso de mucho amor, compasión y comprensión. Nuestros días acá están llenos de diferentes actividades y ejercicios para el manejo del estrés y la depresión, socialización en grupo y paseos, juegos dinámicos y de mesa, servicio médico y una nutrición balanceada y nutritiva, entre otras actividades.”

Ernesto: “Es como cuando visitas un familiar que quieres mucho. Desde que entro por la puerta experimento el amor y afecto tanto de los participantes como de los trabajadores. Se vive una familiaridad, cariño y afecto que solo se puede comparar al de una familia llena amor y muy afectuosa.”

Yaneisy: “Son muy entretenidos, siempre te sientes como en casa y rodeados de vida y experiencia. Cada día me siento más afortunada de haber escogido este lugar para trabajar, que más que un trabajo es como mi segunda casa.”

Maidel, has sido parte de Buena Vida desde sus inicios.

Desde el año 2020 trabajo como Program Manager en este bendecido centro para adultos. Personalmente creo que su nombre, a pesar de ser muy peculiar ya que es el único centro en Kentucky con nombre es español, refleja y representa la dedicación y la humanidad que día a día se le brinda a nuestra población del Adulto Mayor.  Acá todos somos como una gran familia. Nuestra principal prioridad es cuidar con pasión y ternura de nuestros abuelitos mayoritariamente pero también de personas con discapacidades físicas y mentales. Mi desempeño es garantizar que el programa funcione con profesionalidad, calidad y ajustado a las regulaciones que el seguro de salud del gobierno Medicaid implemente para mejorar la calidad de vida del Adulto Mayor en Kentucky.  Considero que no hay nada más gratificante que ver, al menos en un corto plazo, los cambios positivos de nuestros queridos ancianitos al incrementarse su calidad de vida. Puedo decir que amo inmensamente mi trabajo y lo considero una de mis razones de ser junto con mi familia.

Ernesto, ¿qué los motiva del trabajo que realizan?

En particular mi trabajo como Director Comunitario es ayudar durante todo el proceso de aplicación y admisión en el programa a los participantes. Por lo tanto, mi mayor motivación es ver a los pocos días los cambios positivos en todas las áreas, de salud, psicológica y espiritual de los participantes. Es un cambio trascendental que les hace sentirse renovados y con nuevas energías y deseos de vivir. Ver esas transformaciones en los participantes nos motiva y renueva cada día nuestras energías para seguir en el proceso de ayudar a los necesitados.

Yaneisy, ¿tu trabajo aquí de qué forma ha marcado tu vida?

Lo ha hecho de una forma positiva, he aprendido a crecer y de la sabiduría de nuestros abuelos. Cada caso es un reto, en general soy una persona que siento mucha empatía por los demás, tratando siempre de ayudarlos lo más que puedo y hay muchos casos que me han tocado el alma, sobre todo cuando los veo enfermos y sin familia en el momento más difícil de sus vidas. Y en ese momento solo trato de entregarme un poco más sin importar si soy recompensada o no.

¿Una anécdota que los haya marcado en su trabajo?

Maidel: “Para mí fue tener en mi grupo de abuelos a uno muy especial, Elio Martínez (que en paz descanse). Elio siempre llegaba al centro cantándome una décima y en la tarde se despedía de nosotros de la misma manera. Tenía su “balance” cubano destinado para él, y decía a diario que nunca nadie había hecho tanto por él como el colectivo de Buena Vida. Leal a sus principios, pero sobre todo muy agradecido con este país y con cada uno de los trabajadores de Buena Vida. Siempre tenía palabras de agradecimiento para todos. Cuando le celebramos su cumpleaños 90 confesó haber sido el mejor día de su vida. En Elio guardo el grato recuerdo de que con nuestro trabajo cambiamos vidas y regalamos esperanzas cada día.”

¿Cuándo miran hacia atrás, tantos abuelos que han pasado por el daycare, de que se sienten particularmente orgullosos?

Maidel: “De que en estos tres años hayamos sido capaces de usar nuestros dones, talentos y capacidades en servir a los más vulnerables y necesitados. Nuestra mayor motivación es ver a los pocos días de ellos llegar acá los cambios positivos tanto de salud, psicológicos y espirituales, cambios que los hacen sentir renovados y llenos de energía para seguir viviendo. Buena Vida ha sido un oasis de vida para muchos abuelitos de nuestra comunidad y ver lo que hemos logrado en tan solo tres años nos hace orgullosos del equipo que tenemos y el trabajo que de corazón hacemos a diario.”

Planes futuros

“Seguir enfocados en mejorar nuestro trabajo y continuar dando lo mejor de nosotros para que Buena Vida continúe siendo el centro de referencia de atención y cuidado al adulto mayor para nuestra comunidad hispana en Kentucky.”

Por Yany Díaz, El Kentubano (Edición 168, agosto 2023)

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